'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad'

Julián Muñoz: "Era el rey del mambo, hoy siento vergüenza y dolor"

  • El ex alcalde Marbella centra su entrevista en su relación sentimental con Isabel Pantoja, y pasa de puntillas por el Caso Malaya.

  • Retrata a una Pantoja hipócrita, interesada sólo en el dinero.

Julián Muñoz, durante su entrevista. En el círculo, Isabel Pantoja, sobre la que se centró la docuserie.

Julián Muñoz, durante su entrevista. En el círculo, Isabel Pantoja, sobre la que se centró la docuserie. / Mediaset

Julián Muñoz se centró en su relación con Isabel Pantoja en su docuserie No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad, emitida por Telecinco, y sólo pasó de puntillas por el Caso Malaya. El ex alcalde de Marbella entonó el mea culpa pero lanzó dardos envenenados contra su ex pareja, a la que retrató como una persona con doble cara, interesada únicamente por el dinero y no muy buena madre.

Julián Muñoz e Isabel Pantoja, cuando estaban juntos. Julián Muñoz e Isabel Pantoja, cuando estaban juntos.

Julián Muñoz e Isabel Pantoja, cuando estaban juntos. / Europa Press

"Vamos a conocer si Isabel Pantoja ha sido víctima o verdugo de una historia de amor que acabó con sus dos protagonistas en la cárcel", avanzó Joaquín Prat, presentador y moderador de la tertulia con periodistas, antes de dar paso a la primera parte de la entrevista, titulada El hechizo. La narración de Muñoz tuvo como hilo conductor los diarios que escribió en la cárcel de Alhaurín de la Torre mientras cumplía condena por diversos delitos, entre ellos fraude, prevaricación y malversación de fondos públicos.

En aquellas páginas plasmó un enamoramiento que rayaba en la obsesión, del que el ex político se arrepiente profundamente, sobre todo porque supuso la separación de su entonces mujer, Mayte Zaldívar, y el distanciamiento de sus dos hijas. A la tonadillera la conoció cuando él era regidor de Marbella y la llamó para que se convirtiera en imagen de la ciudad. "Se me podría haber caído el teléfono y no haber hablado nunca", se lamenta. "Ya empezó un poquito el roneíto, los hombres somos así de tontos, somos la parte débil del ser humano. Y así fue viniendo", relató. Después coincidió con ella varias veces hasta que la cantante le contó su intención de comprarse un apartamento en Guadalpín, y Julián le consiguió un gran descuento gracias a sus contactos y a la trama de corrupción urbanística que se descubrió luego.

A partir de 2003, empezaron a verse a escondidas. "La primera vez que yo me acosté con Isabel Pantoja fue en Guadalpín y a partir de ahí siempre que tenía un huequecito me iba yo a Cantora si estaba allí", asegura. Isabel confesó que se había enamorado de un hombre que le hacía muchos regalos durante su declaración judicial. Julián Muñoz ha desmentido esto, asegurando que solo "le regalé un Mercedes de dos plazas, descapotable". En marzo de 2003, hicieron una rueda de prensa Mayte Zaldívar y él para desmentir su relación con Pantoja y que iba a separarse de su mujer, asegurando que eran "amigos". "Tuve muy poca vergüenza haciendo esa rueda de prensa. Quería estar con Isabel Pantoja, pero no me quería separar de Mayte", confiesa. "Entonces era el rey del mambo, hoy siento vergüenza y dolor".

Julián y su entonces mujer Mayte Zaldívar, en la rueda de prensa en que negaron que él estuviera con Pantoja. Julián y su entonces mujer Mayte Zaldívar, en la rueda de prensa en que negaron que él estuviera con Pantoja.

Julián y su entonces mujer Mayte Zaldívar, en la rueda de prensa en que negaron que él estuviera con Pantoja. / Efe

Pocas semanas después la artista iba a irse de gira a América, pero él insistió en que no lo hiciera y le pagó el dinero que iba a ganar. "Yo se lo doy, dile que no se vaya", le dijo a alguien del entorno de Pantoja. "No fue mucho dinero, cobraba 30.000 euros por gala, espero que fuera verdad, lo mismo no era verdad que se iba a ir a América y me sacaron el dinero, que todo entra dentro de lo posible". En cuestión de meses, se separó de Mayte Zaldívar y comenzó su relación pública con la tonadillera. "El corazón no se controla", asegura. "No me dio tiempo en conocer bien a Isabel Pantoja, me obnubiló".

Amor adictivo, traiciones, infidelidades, celos, despecho, ambición... todos los ingredientes necesarios para un culebrón en el que las peor paradas fueron su esposa y sus dos hijas. "En ese momento, yo no veía nada. Las consecuencias fueron terribles por el daño que hice a mi gente", manifestó.

Respecto a cómo era Isabel Pantoja como pareja, Muñoz cree que "no nos aportábamos mucho el uno al otro, aquello fue un calentón". Y agrega: "Isabel quiere una forma de vida donde ella no tenga carencias. Lo único que le da pánico es encontrarse sin dinero. Me dejó de querer en cuanto se acabó el dinero. La distancia más corta entre Isabel Pantoja y el dinero es que alguien se lo deje".

En 2006 Muñoz fue detenido y en prisión esta historia de amor se convirtió en obsesión. Julián Muñoz reconoce sentirse avergonzado al leer hoy esta obsesión: "Me produce vergüenza y rabia el haber querido a una persona tanto. Tengo sentimientos enfrentados (...) No sé si era amor, pero era enfermizo".

Julián Muñoz, durante su entrevista. Julián Muñoz, durante su entrevista.

Julián Muñoz, durante su entrevista. / Mediaset

Isabel Pantoja, según la versión de su ex, comienza a poner excusas a su pareja para no ir a visitarlo a la cárcel. Julián Muñoz tuvo que esperar hasta 97 días para reencontrarse con su amada. La detención de Mayte Zadívar, asegura, le produjo "el mayor dolor en el alma": "No soy capaz de afrontarlo. Ver a mis hijas corriendo detrás de ese coche..." Ya en la segunda visita de Isabel, lamenta que "solo se habló de negocios. "Me dí cuenta en esa visita que aquello ya no iba a funcionar", sostiene.

Respecto a Kiko Rivera, asegura que Isabel no se portó bien con él. También afirma que con quien más cómodo se sentía en esa casa era con la hija de la tonadillera, Isa, que entonces era sólo una niña. Especialmente duras fueron las palabras que le dedicó al hermano de Isabel, Agustín Pantoja. Lo describe como un ser con la "mirada oscura", repleto de rencor, "anodino, amorfo y amargado", que centra su vida en vigilar constantemente todo lo que ocurre a su alrededor. "Es la mano que mece la cuna", dice.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios