Convertida al catolicismo, profesora de incógnito: Muere la duquesa de Kent, prima de Isabel II de Inglaterra
La esposa del príncipe Eduardo, duque de Kent, tenía 92 años y ha fallecido este viernes en el palacio de Kensington
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El Palacio de Buckingham ha anunciado en este viernes el fallecimieto de la duquesa consorte de Kent, una figura destacada en la representación de la casa real británica, esposa del príncipe Eduardo, primo de la recordada monarca Isabel II y duque de Kent, que tiene 83 años.
Con tratamiento de alteza real, la duquesa fallecía en la madrugada de este viernes a los 92 años dejando un legado filantrópico en numerosas fundaciones a las que pertenecía y un papel secundario pero siempre entrañable como representante de la recordada reina. Su fe le llevó a convertirse al catolicismo pese a que Isabel II era la cabeza de la iglesia anglicana y fue el primer miembro de la realeza británica en hacerlo en tres siglos de historia.
Nacida el 22 de febrero de 1933 en Hovingham Hall, en el condacto de York, como Katharine Lucy Mary Worsley, la duquesa provenía de una distinguida familia aristocrática , hija de un militar, sir William Arthington Worsley, y de la hija de un magnate, Joyce Morgan Brunner. Creció en un entorno de tradición y su linaje se remontaba a Frances Cromwell, hija del dictador Oliver Cromwell.
En 1961 la joven Worsley contrajo matrimonio con el príncipe Eduardo en una ceremonia celebrada en la catedral de York, rompiendo así con las bodas reales en Londres. La pareja tuvo tres hijos: George Windsor, conde de Saint Andrews; Lady Helen Taylor y Lord Nicholas Windsor, que reunían diez nietos en torno al querido matrimonio. En 1975 perdió un bebé debido a contraer la enfermedad y de la rubeola y tuvo otra malograda pérdida de un hijo en su nacimiento dos años después. Estas dos tragedias la sumieron en una depresión. En 1994 abrazaba el catolicismo y se convirtió así en el primer miembro de alto rango de la familia real del Reino Unido desde el Acta de Establecimiento de 1701. Isabel II le concedió este permiso que causó sorpresa en la alta sociedad británica, lo que revela también la determinación de la fallecida duquesa, que segúa así los pasos de su hijo Nicholas.
En su lado artistico, era una virtuosa del piano y el violín y durante mucho tiempo fue docente de incógnito en una escuela de Primaria en York, acudiendo con el seudónimo de "Mrs. Kent". En 2004 fundó así Future Talent, organización benéfica dedicada a apoyar a jóvenes músicos de entornos desfavorecidos.
Como representante de la familia real, fue quien durante varias décadas entrega la copa del cuadro femenino de Wimbledon, como patrona del All England Club. Fue una tradición entre 1969 y 2001 y en ese papel quedó recordado para la posteridad el momento en que abrazaba a la tenista checa Jana Novotna tras su derrota en la final de 1993, un gesto que puso el acento en la sensibilidad y empatía de la duquesa. Con el club organizador llegó a tener un enfrentamiento en 1999 cuando se le negó acceder con un niño al palco real, al que quería agasajar con esta bonita experiencia. Poco después dejaba su rol protocolario en el torneo de tenis.
El rey Carlos de Inglaterra está afectado, como su esposa, la reina consorte Camila, quienes han destacado "la dedicación de toda una vida de la duquesa a sus organizaciones, su pasión por la música y su comprensión hacia los jóvenes". Su vida ha estado marcada por la solidaridad, la discreción y su compromiso con la familia real, sin dar pie a polémicas en los medios sensacionalistas como sí ha sucedido con todo el entorno inmediato de su prima política, la fallecida reina.
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