El pulso entre Carlos III y el príncipe Guillermo ante el hermano menor de éste, Enrique, está latente aunque se ha solventado de forma apresurada el escollo surgido en esta semana. El duque de Sussex había anunciado el bautizo de su hija, Lilibet Diana, presentándola como princesa, al igual que su hermano Archie sería príncipe, sin que se conociera la autorización de Carlos de Inglaterra para ese tratamiento a sus nietos.

La web oficial de la familia real británica ha incorporado ambos principados este jueves, tras varios días de incertidumbre y enfado soterrado. En la biografía de la duquesa de Sussex, Meghan Markle, se reconoce a sus hijos como príncipes ingleses. Durante cuatro días los duques anunciaban a sus vástagos como príncipes mientras se daba la callada por respuesta desde Buckingham.

Lilibet Diana, la hija de los duques de Sussex, ahora considerada princesa

Hasta el momento los hijos de Enrique de Inglaterra tenían tratamiento de señor y señora ya que como bisnietos de la monarca reinante, Isabel II, no podían tener una consideración protocolaria mayor. Tras la muerte de la reina y el ascenso al trono de Carlos III estaba pendiente el nombramiento de príncipes de ambos pequeños.

La incorporación a la web del palacio, sin anuncio oficial por ahora, parece abrir la posibilidad para que los duques de Sussex estuvieran presentes en la coronación de Carlos III el 6 de mayo. La situación parecía insostenible a raíz de la publicación del libro En la sombra y el desalojo de Frogmore Cottage, residencia de los Sussex en el Reino Unido. Por ahora también en la web aparece que esa es su residencia aunque de forma privada se les ha comunicado que antes del verano han de llevarse todos sus objetos personales para que Andrés de Inglaterra pase a ser el nuevo inquilino.