Los 'guiris' del 1 de Mayo

La colmena

Importa el clamor de la calle pero importa que se produzca un 'efecto dominó' para subir los salarios

Una imagen de la jornada playera de hoy en La Victoria, frente a la calle Brasil.
De Cádiz a Almería, sol, playa y relax en la pretemporada veraniega. / Julio González
Magdalena Trillo

03 de mayo 2023 - 01:45

Qué bueno el titular de mi compañero: "Más guiris que trabajadores". Diego Geniz hablaba de la manifestación del Primero de Mayo en Sevilla pero podríamos extender la perspicacia de su enfoque a cualquiera de nuestras ciudades. Más de 70 convocadas por CCOO y UGT en toda España con un seguimiento más que relativo. En Granada, por ejemplo, media ciudad se había bajado a la playa, la otra media estaba de Cruces (y de bares) y los que decidieron coger las pancartas salieron divididos. Otra vez. Del controvertido Día de la Mujer, con los ecos de ruptura del feminismo y la indignación por la 'Ley sí es sí', a un 1 de Mayo descafeinado con el papel de los sindicatos en caída libre.

Exceptuando la Universidad, donde se han ganado a pulso su legitimidad, pareciera que vivimos el epílogo del sindicalismo. Al menos en España; al menos del modelo que se construyó en la Transición en paralelo a la restauración del sistema de partidos. Tiempo habrá para comprobar si lo que se disputa ahora es otro 15M dinamitando el status quo desde los nuevos movimientos contestatarios o se trata de un pulso entre los sindicatos de clase de toda la vida y los que se arrogan la verdadera representación denunciando la connivencia de los grandes con el Gobierno y la patronal.

En cualquiera de los casos, cuesta entender la pérdida de representatividad, su cada vez más mermada capacidad de convocatoria, justo cuando más razones hay para reivindicar: la escalada de la cesta de la compra, los intereses de las hipotecas, los precios de la luz y la gasolina y, como colofón, la precariedad. Deterioro para la mayoría, empobrecimiento para demasiados. Con jóvenes, mujeres y colectivos vulnerables en la diana.

Me preocupa que las proclamas del 1 de Mayo (convoque quien convoque) se hayan quedado en puro divertimento para turistas. Y me preocupa porque sigo creyendo en el poder de la calle y de la opinión pública. Porque estoy convencida de que las decisiones que cambian la vida de la gente, las que se toman en el Consejo de Ministros y las que acuerdan quienes tienen capacidad de liderazgo, las promovemos entre todos. El Gobierno subió en febrero el Salario Mínimo y esta semana hemos sabido que gigantes como Telefónica, Orange y Vodafone ya han aprobado incrementos salariales que van del 3 al 8%. No es suficiente (nunca lo es) pero importa por el efecto dominó que desencadenará. ¿Nunca toca subir los salarios? A ver si gracias a los guiris, ¡ahora sí!

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