Como ya acertó con precisión el servicio de inteligencia de Estados Unidos, que predijo la invasión rusa de Ucrania, las autoridades estadounidenses ahora creen que Rusia está preparando el uso de armas químicas en el conflicto. "No voy a hablar sobre la inteligencia, pero Rusia pagará un alto precio si usa productos químicos", manifestó Joe Biden cuando fue preguntado sobre el posible uso de armas químicas por parte de Rusia.

Armas químicas y biológicas, la nueva amenaza en el conflicto entre Rusia y Ucrania

Las armas químicas sirven para acabar con cualquier tipo de vida mediante sustancias químicas tóxicas que acaban por ser venenosas para los seres humanos. Ejemplos de estas armas químicas son el sarín o el gas mostaza.

Otras armas que se sospecha que Rusia puede comenzar a usar son las armas biológicas. Estas últimas son bacterias, virus o toxinas que acaban causando la enfermedad del ser humano. Las armas biológicas típicas son la viruela, la peste o el ántrax. La principal diferencia con las armas químicas, es que estas no las crea el hombre de forma artificial. Otra de las principales diferencias entre las armas químicas y las biológicas es que el segundo tipo puede ser contagioso entre los seres humanos, pero el primero solo afecta a los que se han visto expuestos al virus.

Rusia firmó en el pasado tratados que le prohibían poseer cualquier tipo de arma química o biológica. El uso de cualquier arma de ese tipo tendría como consecuencia el incumplimiento de un tratado del que Rusia forma parte.

Estos acuerdos tienen su origen en el final de la Primera Guerra Mundial, desarrollados para evitar conflictos tan letales y devastadores como este último. Aunque el verdadero acuerdo no llegaría hasta 1972, cuando se prohibió el desarrollo, producción y adquisición de armas biológicas mediante la Convención de Armas Biológicas de 1972. 

Sobre armas químicas, sucedió algo similar en 1993 con la Convención sobre Armas Químicas. El proceso fue como el de la Convención de Armas Biológicas, pero con la diferencia de la creación de una organización para prohibir armas químicas. Estados Unidos es el último país en el tratado con armas químicas que está esperando a su destrucción.