Hollywood despide al polifacético Ben Gazzara

Ben Gazzara falleció ayer a los 81 años en un hospital de Nueva York víctima de un cáncer de páncreas que en los últimos tiempos lo retiró de la vida pública. Nacido en la Gran Manzana, Ben -Biagio Anthony- Gazzara fue uno de los actores que acudieron a la legendaria escuela Actors Studio en Nueva York, donde estudiaron también estrellas como Al Pacino y Marlon Brandon. Durante los años 50 trabajo en Broadway, triunfando en el papel de Brick con la versión en los escenarios de La gata sobre el tejado de zinc, basada en el libro del dramaturgo americano Tenesse Williams, aunque finalmente sería Paul Newman quien encarnaría al personake para la versión cinematográfica.

Hijo de inmigrantes sicilianos, Gazzara creció en el Lower East de Manhattan, donde participó de un curso de teatro en Madison Square, experiencia que le sirvió para aflorar el talento de este chaval rebelde que, de no haber sido actor, habría acabado en los círculos criminales de la época, según confesó el actor durante.

Tras debutar en Hollywood con The strange one en 1957, una de sus actuaciones más recordadas fue dos años más tarde en Anatomía de un asesinato, de Otto Preminger, cinta nominada a siete premios Oscar. Gazzara se convirtió más tarde en el actor fetiche de su amigo y director John Cassavetes, con personajes para el recuerdo en cintas como Maridos, El asesinato de un corredor de apuestas chino y Noche de estreno. Entre sus papeles más destacados destacan su interpretación como el capo de la mafia Al Capone en la cinta de Steve Carver, o el enigmático Klein en el thrillerLatrama, de David Mamet.

En los 90, Gazzara participó en 38 películas y otras tantas producciones televisivas. Entre ellas, destacan El gran Lebowski (1998) de los hermanos Coen y El secreto de Thomas Crown de John McTiernan y una de sus últimas grandes apariciones fue la de ciego en el proyecto de Lars von Trier, Dogville.

Gazzara estuvo casado en tres ocasiones y tuvo un sonado romance con Audrey Hepburn, con la que compartió protagonismo en Bloodline. En 2005, fue homenajeado en el Festival de San Sebastián.