El lenguaje de las flores

LOLE MONTOYA

Cante: Lole Montoya. Guitarra: Pedro Espinosa, Manuel Imán. Lugar: Sala Fun Club. Fecha: Sábado 13 de febrero. Aforo: Unas 200 personas.

En la primera parte del concierto la cantaora ofreció algunos temas, de contenido marcadamente religioso, pertenecientes a sus dos últimas entregas discográficas. A ritmo de bulería lenta, tangos o alegrías, palo en el que hizo un guiño a Camarón y sus cantiñas Mi niña se fue a la mar. Tras una pausa de 20 minutos, Lole ofreció el material que había convocado a la mayor parte del personal que acudió a la sala, es decir, una selección de sus tres primeros discos con Manuel: La mariposilla del primero, Dime de Pasaje del agua y Romero verde del tercero. Se trata de canciones a ritmo de bulerías que continúan de plena actualidad gracias a las letras animistas de Juan Manuel Flores y a las composiciones de Manuel Molina. Pedro Espinosa se ajustó al espíritu del tocaor sevillano recientemente fallecido y el dúo contó con la colaboración de Manuel Imán que hizo algunas variaciones de mérito. Aunque la gracia de estas canciones es su carácter ligero, que no liviano, sutil, que no superficial, y alado. Son temas que se van como aparecen, de repente, para quedarse para siempre en la memoria sentimental, en la que permanecen desde hace 40 años, y resultan más frescas que buena parte del flamenco pop de hoy. Manuel Imán acompañó de hecho a Lole y Manuel en su disco Al Alba por alegrías, de manera que se trató de un reencuentro feliz.

En realidad Lole y Manuel eran más que Una voz y una guitarra como se titulaba uno de sus discos. Eran también un poeta, Juan Manuel Flores, y un productor, Ricardo Pachón, que se encontraba el sábado entre el público. Ellos cuatro hicieron posible el milagro de alumbrar para el gran público el flamenco hippie. Tras la reciente desaparición de Manuel Molina sólo quedan dos de los protagonistas de aquella aventura que siguen, como comprobamos gozosamente en la noche del sábado, de plena actualidad.