Más de 800 almas disfrutan con la gran voz de Silvia Pérez Cruz en el Maestro Padilla
Música
El concejal Diego Cruz, asistió al concierto y dijo que “seguimos ofreciendo una programación cultural donde la calidad es la nota dominante”
El concierto de Silvia Pérez Cruz, el viernes en el Auditorio Maestro Padilla, fue un aire fresco en una sociedad actualmente convulsa y crispada, que necesita cantautoras como Silvia para recordar que lo importante en la vida es la amistad, la misma que comparte con sus músicos, la ternura para afrontar cada situación y también interpretar sus bellas melodías, y el agradecimiento por todo lo bueno que aporta cada día y para encarar las dificultades.
Las más de 800 almas disfrutaron de la maravillosa voz de Silvia Pérez Cruz y de una experiencia reconfortante. El Auditorio se transformó en un espacio suspendido entre la música y la emoción. Silvia Pérez Cruz, una de las voces más personales y conmovedoras de la escena musical actual, ofreció un concierto que fue mucho más que una cita con su nuevo espectáculo Canciones; fue un encuentro íntimo, casi ritual, donde la emoción, la poesía y la complicidad entre artistas y público marcaron cada acorde.
La cantante y compositora catalana apareció sobre el escenario acompañada únicamente por su guitarra y una banda de músicos que son ya una prolongación natural de su sensibilidad: Marta Roma al violonchelo, Bori Albero al contrabajo y Carlos Montfort al violín. Juntos construyeron un tejido sonoro cálido, lleno de matices, que abrazó cada tema con la precisión de quien conoce el alma del otro. No en vano, son los mismos músicos que la acompañan desde hace años, y esa continuidad se siente: cada mirada, cada pausa compartida, parece hablar de años de amistad y de una complicidad artística que trasciende lo técnico.
El concierto, además, tuvo un protagonista especial, Bori, que ahora vive en Almería, y al que Silvia dedicó la actuación, y que le ha acercado un poco más a la artista con la belleza de una gente abierta, como son los almerienses, y espacios únicos, como el parque natural Cabo de Gata-Níjar.
El concejal de Cultura, Diego Cruz, asistió al concierto, saludó a la artista y destacó “la calidad como nota dominante en la programación cultural de Almería”, subrayando que “el talento de Silvia Pérez Cruz es un ejemplo perfecto de esa apuesta por la excelencia artística que queremos seguir ofreciendo a los almerienses”.
‘Canciones’, título que podría ser también “Celebración”, como explicó la propia artista, es un homenaje a la vida y a los vínculos que la sostienen. Comenzó sola, delante del público, para interpretar La Estrella, una de las piezas más aplaudidas de su último disco, una versión de un tema de Enrique Morente. Con su voz delicada pero firme, Silvia fue dibujando un paisaje emocional donde caben la ternura, la melancolía y la esperanza. Su interpretación de La flor llenó el auditorio de una belleza contenida, casi sagrada, mientras que clásicos de su repertorio como Mechita o La Capitana despertaron una emoción colectiva.
La iluminación, concebida con la misma sutileza que su música, fue clave en la creación de esa atmósfera envolvente. Luces cálidas que parecían moverse al ritmo de los arpegios, sombras que acompañaban los silencios, una escenografía donde la protagonista era, sin duda, la emoción. Todo ha contribuido a ese clima de recogimiento que convierte cada concierto de Silvia Pérez Cruz en una experiencia sensorial y espiritual.
Su manera de cantar desafía las etiquetas: técnica impecable y naturalidad absoluta conviven en un equilibrio fascinante. Silvia no interpreta las canciones, las habita. Modula la voz como si fuera un instrumento más de cuerda.
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