Cultura

Achero Mañas cuenta en FICAL cómo rodó su primera película ‘El Bola’

  • El director madrileño recuerda con alumnado de imagen y sonido y de la Escuela de Artes sus inicios en el mundo del cine en el mundo del cine

Achero Mañas, Enrique Iznaola y Almudena Morales.

Achero Mañas, Enrique Iznaola y Almudena Morales.

El Teatro Cervantes se llenó con alrededor de doscientos estudiantes relacionados con la imagen y el sonido y también de la Escuela de Artes que conocieron de primera mano los inicios en la profesión del director Achero Mañas, que fue el protagonista en esta nueva edición del Festival Internacional de Cine (FICAL) de la actividad Cómo hice mi primer largo.

En el año 2000, el actor Achero Mañas debutaba por la puerta grande con su ópera prima El Bola. Pese a ser una película pequeña, cautivó a público y crítica y consiguió ganar cuatro premios Goya, entre los cuales a mejor película, director novel y guión original. La cinta supuso el descubrimiento de Juan José Ballesta, su joven protagonista, que también obtuvo el Goya como actor revelación.

Previamente, Achero había desarrollado una sólida carrera como actor y había dirigido los cortometrajes Cazadores, por el que ganaría el Goya en su categoría, Paraísos artificiales y Metro, trabajos que, a la postre, resultaron fundamentales para desarrollar la historia de El Bola, tal y como compartió con los jóvenes que llenaron el patio de butacas del Teatro Cervantes.

“Lo primero que podría destacar de ‘El Bola’ es que es un trabajo previo que venía de una serie previa de cortometrajes. Seguí una dinámica narrativa que ya había hecho con tres cortometrajes previos Cazadores, Paraísos Artificiales y Metro. En todos ellos me adentraba en el mundo de la violencia y en la relación entre jóvenes y adultos en lo que tiene que ver con la violencia en los barrios que se encuentran en los extrarradios de las ciudades. Fue la consecuencia de ese trabajo con esos niños, en esos ámbitos y contando esas historias cuando surgió la idea de El Bola”, dijo.

Además de ese trabajo previo, el paso por la sección no oficial del Festival de San Sebastián fue todo un lanzamiento de la película. “Antes de los Goya ya venía lanzada de San Sebastián, donde tuvo mucha repercusión y mucho éxito, en Zabaltegi, que no llegamos a ir por la sección oficial. Estaba Diego Galán como director del festival y fue él quien nos aconsejó no ir a oficial porque a lo mejor la película siendo una ópera prima podría ser complicado y que iría mejor yendo por esa vía”. Zabaltegi es la sección competitiva más abierta del Festival de San Sebastián, donde no hay normas, ni limitaciones de estilo o tiempo, una sección que da cabida al cine que busca nuevas miradas y formas, una auténtica zona abierta y de riesgo donde El Bola, claro, triunfó a lo grande.

“Me acuerdo que el productor no quería y, en efecto, en las críticas y comentarios se decía precisamente eso, que por qué está película no está en oficial, que era incomprensible, y al final fue en sí mismo una muy buena promoción”, dijo Achero Mañas.

El director madrileño también mandó un mensaje de realidad a los jóvenes. “Cada vez es más complicado hacer o levantar la financiación de un largometraje. Ya sabemos que la media que se da en Europa para los directores es de una película cada cuatro o cinco años, lo que viene a indicar que es bastante complicado. En aquella época ya lo era, pero ahora se está complicando aún más todavía pese a esa euforia de plataformas y de que parezca que todo va bien, puesto que los directores generalmente muy pocas veces pueden vivir solo de sus películas y tenemos que dedicarnos a dar clases o hacer otro tipo de cuestiones para vivir de su profesión. Pero en cualquier caso estoy muy contento de explicar esto porque ayer la explosión de alegría, de entusiasmo, de absoluta vocación en las jóvenes cuando se les entregaban los premios, me traía muchos recuerdos”.

En cualquier caso, Mañas considera que no hay que obsesionarse con los premios, ya que opina que “podríamos empezar a cambiar los términos, reconocer la labor o el trabajo, pero lo de “el mejor”… Creo que no hay ni mejores ni peores y lo que hay es un montón de gente con muchísimo talento y que hay que apoyarles. Está muy bien que FICAL y la Diputación de Almería esté apoyando este tipo de proyectos que a mí me ayudaron cuando era joven, que aún me siento joven para hacer cine y seguir haciendo cosas, pero creo que dan mucha ayuda y es un soporte y un acicate para los chavales más jóvenes, para que puedan salir adelante y puedan hacer sus proyectos”.

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