Cinco minutos pasaban de las nueve de la noche cuando la señal acústica indicaba al patio de butacas del Teatro Apolo que la representación estaba a punto de comenzar. Hasta ese momento, los espectadores habían ido acomodándose en sus sillas, hasta conformar un lleno absoluto. Los almerienses no quisieron pasar la oportunidad de respaldar a los actores del Grupo de Teatro Almeraya que, con mucha ilusión habían preparado la representación de Doña Rosita la Soltera (una de las obras emblemáticas del poeta granadino Federico García Lorca) con motivo del Día de la Mujer Trabajadora.

Dentro de los actos del Programa Estable de Teatro Aficionado (PETA) que organiza el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería en colaboración con la Federación Almeriense de Teatro Aficionado tuvo lugar el viernes una de las representaciones más entrañables de las que han pisado las tablas del veterano Teatro Apolo.

Nada más apagarse las luces y subir el telón, apareció en escena un salón típico de la Granada del año 1885, con una de las protagonistas en pie, vestida de rosa impecable, cantando a la Alhambra y a las orillas del Darro. A la guitarra, el conocido músico y compositor almeriense Juan Viciana, que la acompañó durante su actuación.

Rosita se enamora locamente de su primo, que le promete fidelidad y amor eterno cuando se despide de ella para irse a América. Pasan los años y durante la obra, los asistentes pudieron ver cómo Rosita ve caer las hojas del calendario esperando el regreso de su enamorado.

Los protagonistas demostraron un buen hacer sobre el escenario, una destacada caracterización y sobre todo, muchas ganas de agradar al público.