La Almeraya Symphonyc Orchestra actúa con Irene Berenguel y Adrián Maqueda

Concierto de los dos ganadores del concurso de Solistas que organizó la formación surgida en Almería

Lleno ayer en el Apolo con un repertorio de obras de Strauss, Gulda y Mozart

La Almeraya Symphonyc Orchestra actúa con Irene Berenguel y Adrián Maqueda
La Almeraya Symphonyc Orchestra actúa con Irene Berenguel y Adrián Maqueda
D. Martínez

08 de enero 2017 - 02:33

Almeraya Symphonyc Orchestra ofreció ayer un concierto en el Teatro Apolo de la capital. El concierto contó con los ganadores del Primer Concurso de Solistas de Almeraya Symphony Orchestra dirigidos por el director Javier Tapia.

En dicho concierto actuaron Irene Berenguel García (Violoncello) y Adrián Maqueda Díaz (Trompa). Ambos tuvieron una actuación excepcional en un espacio que se llenó de público.

Se interpretaron la Serenata para vientos de Richard Strauss, el concierto para Violoncello de Friedrich Gulda y el concierto para trompa n.º 3 en mi bemol mayor, K. 447, de Wolfgang Amadeus Mozart.

La Serenata para viento fue compuesta hacia 1881, cuando Strauss ingresó en la Universidad de Munich. Presentando temas alegres y una forma relativamente simple, fue la primera pieza de Strauss lo suficientemente madura para resistir interpretaciones regulares.

Friedrich Gulda es reconocido mundialmente por sus interpretaciones de W.A. Mozart y L.V. Beethoven. El Concierto para violonchelo y orquesta de viento lo compuso para que lo estrenara Heinrich Schiff. A lo largo de la obra, el autor jugaba con referentes como la música pop (overture), la herencia romántica, el folklore, el clasicismo (minuetto) o la música de marching bands (el final alla marcia).

La actuación de Irene Berenguel fue sobresaliente. De hecho, tras su actuación tuvo que volver al escenario para hacer un bis. Sin duda, Berenguel que está actualmente en Holanda es una violonchelista con gran futuro.

El Concierto para trompa n.º 3 en mi bemol mayor, K. 447, de Wolfgang Amadeus Mozart fue completado entre 1784 y 1787, durante su primeros años en Viena. Constaba de tres movimientos rápido-lento-rápido, en este caso, Allegro, Romance (Larg-hetto) y Allegro. Fue un concierto impresionante.

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