La intérprete de Rehab pasa por un momento delicado de su vida tras hacer público el fin de su matrimonio con Blake Fielder-Civil.

Después de dos años y medio juntos -aunque el productor haya permanecido cumpliendo dos años de cárcel- Winehouse acalla los rumores confirmando que su relación no iba a durar mucho y que ambos habían estado juntos "sólo por el sexo". Pero los rumores se hicieron notar cuando Blake salió solo de la cárcel y acudió a la clínica de desintoxicación para curar sus adicciones sin que quedaran para verse en día tan especial.

Ello provocó en la cantante bastante desconcierto, según sus familiares, y dada su inestabilidad no le ayudó en absoluto , declaró un miembro de su familia, ya que están cuidándola para prevenir reacciones venideras. Sin embargo es ahora cuando sus familiares temen una recaída y mantienen un estricto régimen de visitas porque la ganadora de cinco Grammys dice que a pesar de todo "sigue queriéndole muchísimo".

Pero lo cierto es que los ataques de celos de la cantante le han pasado factura en su estado de salud y el último susto se lo ha llevado tras la ingesta de unos medicamentos mezclados con drogas que la han llevado directa al hospital por intoxicación.

Ninguno de los dos se ha comportado precisamente como un cónyuge ideal, y aunque Amy comenta el fracaso de su matrimonio, no puede evitar deshacerse en elogios hacia su todavía marido, diciendo que nunca ha conocido a un chico como él.