Cultura

Ana Mar, primera mujer almeriense que obtiene el Título de Cante Flamenco

  • A sus 28 años, esta cantaora tiene como objetivo impartir clases de cante en un Conservatorio

Ana Mar García de Quero, conocida artísticamente como Ana Mar, se ha convertido a sus 28 años, en la primera mujer almeriense que obtiene el Título en Enseñanza Artísticas Superiores, en la especialidad de Cante Flamenco. “He estado cuatro años estudiando y trabajando, porque soy maestra. He compaginado, sin vida social, trabajo y estudio”.

“Primero hice el profesional de violín en el Conservatorio de Música de Almería. Cuando acabé como no quería hacer los estudios superiores de violín, decidí que iba a hacer Magisterio, porque existía la especialidad de música. Hice la carrera y luego hice el ciclo Superior de Lenguaje de Signos. Salieron las oposiciones y las aprobé y tengo la plaza en Córdoba”, explica Ana Mar.

“Ahora he acabado Cante flamenco y como siempre voy a ser la eterna estudiante, el año pasado comencé también a estudiar Flamencología en el Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba, que acabaré el año que viene. En 2020 haré el Master de Investigación del Flamenco”, subraya Ana Mar, en la sede de laPeña El Morato.

Ana Mar, hija de Antonio García Niño de las Cuevas y de Lola de Quero, presidenta de la Peña El Morato, comenzó a estudiar violín, pero luego se ha decantado por el cante. “Es lo que me llena el alma. Es lo que más me gusta. El violín ha formado parte de mi vida, pero mi carrera ahora la enfoco hacia el cante”.

Esta joven alterna el cante y la enseñanza. “Mi intención es en el futuro poder ser profesora de Conservatorio. Precisamente en el Conservatorio de Almería hay baile y hay guitarra y poner cante flamenco sería fácil. Yo creo que si lo solicitan se lo darían y yo pediría venirme a Almería. De hecho me he comprado un piso en esta ciudad, que tanto quiero. También es cierto que Almería está muy lejos de todos los sitios, mientras en Córdoba estoy más cerca de Sevilla, Málaga y Madrid”. Entre sus objetivos para el futuro le gustaría irse a vivir dos años a Sevilla.

Ana Mar que desde que era una niña ha vivido el ambiente flamenco en su casa, mantiene que “tengo claro que de alguna manera el flamenco hubiera llegado a mi vida, de no haber nacido en esta maravillosa familia que tengo. La influencia está clara porque yo creo que el flamenco estaba destinado para mi. A la Peña El Morato se lo debo todo, perdí el miedo a subirme al escenario en la Peña y perdí el miedo a cantar en público también en esta gran Peña”.

Lo curioso de Ana Mar es que sus padres descubrieron que cantaba cuando tenía 18 años. “Siempre canté pero sola en mi habitación. Ellos no sabían nada. Me daba pánico cantar en público, me daba mucha vergüenza. En mi habitación cantaba jazz”, recuerda. Pero una Semana Santa cambió la vida de Ana Mar.

“Un viernes Santo le dije a mi padre que quería cantar una saeta. Me miró y me dijo que se le cantara a él primero. Tras cantarla le gustó y me dijo que la cantara a la Soledad en la puerta de la iglesia de Santiago. Me dieron unos nervios, me caía, unos temblores de piernas, pero salió. Y a partir de ahí ya canté toda la Semana Santa”, afirma la artista.

“A partir de ahí me puse a estudiar, le pedía consejos a mi padre y me dediqué a escuchar a los viejos cantaores, que son la base fundamental. El violín estaba ahí, pero el cante es lo que más me gusta. Ahora estoy en tener mi sello personal. En el flamenco no se deja de aprender, es una carrera de fondo”, recuerda.

Ahora está con el trabajo Fin de estudios sobre los cantes de Almería. “He elegido algunos referentes de fandangos, luego hice la evolución del fandango hacia la taranta y luego la evolución que lleva al taranto. He transcrito a partituras todos los cantes que he seleccionado. Lo que no se escribe se pierde, y quería sentar una base y que quede un archivo para luego poder investigar”, comenta Ana Mar.

“El cante por tarantos es sumamente rico, es un cante que puede evolucionar, es un cante vivo y que debería incluirse en los repertorios de todos los cantaores”, subrayó.

Ana Mar García de Quero nace en Almería el 7 de Diciembre de 1990. Ha actuado en innumerables peñas tanto dentro de la provincia como fuera de ella, acompañando a un gran número de bailaoras y bailaores, escuelas de bailes y dentro del grupo flamenco El Morato, con voz y violín.

Interpretó El Amor Brujo de Falla con la Orquesta Bética de Sevilla como solista en el año 2013 y con la Orquesta Ciudad de Almería en el año 2015 dentro de la clausura del Milenio de Almería. En el año 2016 ha actuado en el Museo Pompidou de Málaga dentro del espectáculo Las Procesiones de Pedro G. Romero. En 2018 participa en el musical flamenco La Saeta Flamenca dirigida por Rafael Lora.

Ha compaginado su carrera artística con los estudios de cante flamenco que ha finalizado este año y Flamencología en el Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba así cómo con su labor docente dentro de la enseñanza pública. Además posee el título de Maestra en Educación Musical por la Universidad de Almería y la Enseñanza Profesional de Violín por el Conservatorio de Música de Almería.

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