Cultura

Anabel Dueñas encandila al público en el espectáculo sobre Rocío Jurado

  • El Maestro Padilla acogió ‘Que no daria yo por ser Rocio Jurado’ el pasado viernes

Anabel Dueñas hizo una extraordinaria interpretación de las grandes canciones de Rocío Jurado.

Anabel Dueñas hizo una extraordinaria interpretación de las grandes canciones de Rocío Jurado. / D.A.

Era la más grande sobre el escenario y sus canciones y personalidad la han hecho inmortal. Su hija, Rocío Carrasco, ha querido rendirle un homenaje con la creación de un musical donde comparte con el público los temas más emblemáticos, los trajes de su madre, imágenes de sus actuaciones y muchos recuerdos. Que no daría yo por ser Rocío Jurado, segunda parada tras su estreno en Huelva, llenó el Maestro Padilla con un entregado público.

Si Rocío Carrasco se encuentra entre bambalinas del proyecto, Anabel Dueñas es la valiente artista que ha puesto la voz a los temas de Rocío Jurado. Una tarea complicada y arriesgada, que requiere talento vocal y sensibilidad en la interpretación. Anabel Dueñas le ha aportado mucho arte a cada una de las canciones y al diálogo con el público almeriense, ganándose los aplausos y cariño de todos los asistentes con su torrente de voz, su generosidad en la interpretación y su cercanía con los almerienses. A lo largo de más de dos horas, canta, baila, interpreta, ríe, llora, emociona y transmite toda la energía que poseía la gran Rocío Jurado.

El hilo argumental del espectáculo es el personaje de Carmela, una joven cantante admiradora de Rocío Jurado, que se ha presentado al casting de un gran musical que se prepara sobre la vida de la genial artista de Chipiona. Mientras Carmela espera a que llegue el momento de la prueba final se queda a solas con el público en una tensa y emocionante espera.

¿Qué hacer para matar el tiempo? Pues nada mejor que repasar los temas míticos de Rocío, y como en esta representación todo es posible, finalmente Carmela cumplirá el sueño de cualquier seguidor de ‘La Jurado’, cantar con la mismísima Rocío en un dúo mágico y sorprendente lleno de emoción y verdad, gracias a las nuevas tecnologías. La puesta en escena muestra, a un lado, un escaparate con trajes de Rocío Jurado. En el otro, el cuadro de artistas que acompañan en la gira, Antonio Reyes a la guitarra, Rafael Jiménez con la percusión y Leticia Malvares con la flauta. Y al fondo una gran pantalla donde se han proyectado algunos de los momentos más significativos de la vida de ‘La Más grande’.

Lógicamente las canciones de Rocío son el eje central alrededor del cual gira el musical y a lo largo de dos horas, Anabel Dueñas interpreta más de una decena de temas, compuestos por algunos de los mejores letristas, canciones donde se comprueba el carisma y la autenticidad de la homenajeada. Temas valientes, que se adelantan a su tiempo, y centrados, en la mayoría de los casos, en el amor y desamor, en la pasión que sentía Rocío Jurado.

De esta manera, Anabel Dueñas interpretó canciones como Que no daría yo donde Rocío Jurado confesaba sus anhelos “que no daría yo por empezar de nuevo”; Como las alas al viento, en las que muestra su religiosidad; Se nos rompió el amor, un desgarrador cántico de desamor; Ese hombre, donde pone de vuelta y media al supuesto amor, al que se le ha dado todo y un día te das cuenta que nunca ha sido correspondida.

Y así se podría seguir con el arte, las letras y la forma tan personal de interpretar de Rocío Jurado, que Anabel Dueñas sabe transmitir creándose una preciosa atmósfera, que llevó ‘Como una ola’ a sus incondicionales.

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