El próximo viernes se inaugura en Madrid una importante exposición sobre el realismo español de los últimos cincuenta años. Están todos los grandes del género, empezando por Antonio López. El comisariado y la selección es de Juan Manuel Bonet, que fue director del Reina Sofía.

El almeriense Andrés García Ibáñez ha sido seleccionado entre los 37 artistas de toda España; Bonet ha escogido para la ocasión el Retrato que hizo Ibáñez al galerista y crítico de arte almeriense Trino Tortosa.

Con motivo del 25 aniversario de la ciudad, el ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid) presenta una amplia exposición dedicada al realismo español contemporáneo de los últimos cincuenta años. La muestra, que se inaugurará el próximo viernes, día 8, permanecerá abierta hasta el 19 de junio en la emblemática Sala Baluarte del Centro Cultural Adolfo Suárez.

Coincide en el tiempo con la exposición de los Realistas de Madrid que el museo Thyssen celebra estos días, completando así una visión más amplia sobre este estilo artístico de plena actualidad.

La exposición de Tres Cantos, titulada Realismo en España. 50 años, está producida por la galería y sala de subastas Ansorena, de larga trayectoria y especialización en el ámbito del realismo contemporáneo, y cuenta con el asesoramiento y comisariado del prestigioso historiador Juan Manuel Bonet, que fue director del museo Reina Sofía.

Bonet ha seleccionado las obras y ha escrito los textos del libro-catálogo, un ensayo titulado Reflexiones sobre el realismo español contemporáneo. Se han seleccionado para la ocasión a treinta y siete artistas, pintores y escultores, ordenados cronológicamente, nacidos entre los años treinta y los ochenta del pasado siglo.

La exposición se abre, como era de esperar, con Antonio López García -cabeza visible del realismo español- y los miembros de su grupo, entre los que figuran su propia mujer, María Moreno, los escultores hermanos Julio y Paco López Hernández o la pintora Isabel Quintanilla. De las siguientes generaciones figuran los artistas más laureados y representativos del realismo, como Cristóbal Toral, Eduardo Naranjo, Matías Quetglas, Manuel Franquelo, Roberto González o Dino Valls.

Entre las generaciones jóvenes figura el almeriense Andrés García Ibáñez (Olula del Río, 1971). Para la muestra, Bonet ha seleccionado su Retrato de Trino Tortosa, al que califica de "imponente" en su ensayo escrito para el catálogo de la muestra.

Esta obra, ejecutada en 2013, representa en posición frontal, sentado, al conocido galerista y marchante almeriense, natural de Terque, y pudo verse hace dos años en una exposición monográfica de retratos de Ibáñez celebrada en el patio de Luces de la Diputación de Almería.

La exposición se cierra con los artistas más jóvenes seleccionados, entre los que se encuentran Íñigo Navarro Dávila, Carlos Tárdez y Jorge Abbad, los tres presentes también en algunas de las ediciones del Curso de Realismo y Figuración que Antonio López e Ibáñez celebran anualmente en el museo de Olula del Río.

Andrés García Ibáñez es Arquitecto, escultor y sobre todo pintor. Empezó a pintar muy pronto, demostrando una inusual facilidad en su primera forma de expresión. A los 11 años expone por primera vez en el salón parroquial de Albox.

Con 13 ya pinta al óleo y en tres años copia gran parte de la obra de Velázquez, Rembrandt, el Greco y Goya, siendo notable la influencia de este ultimo en toda la obra plástica de García Ibáñez.

Entre 1989 y 1996 cursa estudios de arquitectura en la Universidad de Navarra siendo en este periodo muy notable su obra religiosa para distintos templos y creando en 1993 el cuadro de gran formato para la beatificación del obispo mártir de Almería Diego Ventaja Milán y que presidio la ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

En 1997 el autor hace su propio Museo-casa en Olula del Río. Un año después hace el retablo para la Iglesia de la Concepción de Albox y en 1999 recibe la medalla nacional de Unicef.

Después de inaugurar el Museo Casa Ibáñez, este genio del realismo español ha realizado grandes exposiciones e incluso se publicó una biografía suya donde se hacia un extenso recorrido por su vida y por su obra, ya que en este tiempo ha realizado varias series que han cautivado al publico.

García Ibáñez pudo diseñar un espacio museístico en Olula del Río en el que ha encerrado algunos puntales de su existencia creadora. Ha conseguido crear una colección permanente, que se ha ido ampliando, en la que se refleja su talento, con obras representativas de las distintas series, desde sus primeros cuadros hasta las últimas pinturas. Un maestro de la pintura.