El Ballet Flamenco de Andalucía se deja el alma en el escenario del Maestro Padilla
La prestigiosa compañía fue la encargada de inaugurar el ciclo de grandes espectáculos del Festival de Flamenco y Danza de Almería
Victoria por agotamiento. Por alto ritmo. Por dar al público un dosis sin aderezos del flamenco sin artificios conceptuales. El Ballet Flamenco de Andalucía fue el encargado el viernes de alzar el telón del 53º Festival de Flamenco y Danza en el Auditorio Municipal Maestro Padilla, organizado por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería, y lo hizo con la solemnidad y altura que la ocasión merecía. Dejándose el alma en el escenario en cada uno de los siete números que componían ‘Naturalmente Flamenco’.
Con la coordinación artística de Úrsula López, acompañada en el diseño de coreografías por Rubén Olmo y el propio elenco formado por las bailaoras Julia Acosta, Ana Almagro, Lidia Gómez, Gloria del Rosario y Aitana Rousseau, y los bailaores Borja Cortés, Álvaro Gordillo, Manuel del Río y Federico Núñez, el espectáculo se caracteriza por una desbordante puesta en escena, en la que el público tiene pocos instantes para recuperar el resuello.
Y ya el comienzo fue toda una declaración de intenciones, con todo el cuerpo de baile recorriendo el escenario al ritmo de fiestas por romance, bulerías y jaleos, primero de manera coral, que ya dejaba entrever la enorme plasticidad de la que se haría gala toda la noche, y, a continuación, con un corre de momentos solistas que cumplían su misión a la perfección, incendiar una fiesta y los vítores de los espectadores.
Tras el despliegue coral, llegó uno de los momentos solistas de la velada, con Borja Cortes interpretando una elegante farruca, con muchos matices de danza contemporánea y reforzando más que nunca esa conexión rítmica de la guitarra que la emparenta tanto con el tango argentino. Por tientos-tangos continuó el repertorio, de nuevo con todo el cuerpo de baile sobre el escenario. El sinuoso y sugerente tempo del cante permitió mostrar el lado más sensual del baile flamenco, con referencias a Chano Lobato o Enrique Morente en las letras, interpretadas por Sebastián Cruz, Vicente Gelo y José Luis Pérez-Vera, con las guitarras de Juan Torres y Pau Vallet y la percusión de Raúl Domínguez.
Además de la lograda continuidad del montaje, el Ballet Flamenco de Andalucía también consigue que la percepción sea la de un crescendo constante. Así, la tanda de seguiriyas fue de menos a más para ganar en intensidad en jondura y una efectista y efectiva salida de remate que volvió a encender las ovaciones, antes de pasar a las más folclóricas formas de la caña, de una transparencia conmovedora.
Llegando al final, Úrsula López viviría un justo momento de brillo como solista en la tanda por alegrías, con un bello pasaje a capella simulando la salida de una locomotora de tren. Un número pasional y visceral, quizá el más personal y vibrante de la noche por su intensidad. Para el cierre, con el objetivo de aligerar las formas y acabar con la sonrisa merecida una pieza de folklor de Morón, divertida en su interpretación y en la alegría de los trajes.
El público, puesto en pie, despidió al elenco con una sonora ovación que presagia otra exitosa y repleta de calidad edición del Festival de Flamenco y Danza de Almería.
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