Espectáculo sorprendente el ofrecido por el Ballet Clásico de Moscú. Un grupo artístico que ha traído este fin de semana a la ciudad una adaptación del Lago de los Cisnes. Esta obra clásica de ballet, fue interpretada de forma brillante sobre una pista de hielo, completamente integrada sobre el escenario del Auditorio Maestro Padilla.

Hasta 20 horas tuvieron que permanecer gélidos los 80 metros cuadrados de la pista de hielo que sirvió de escenario para los bailarines del Ballet Ruso. Sobre este escenario los artistas mostraron su destreza patinando y danzando y es que entre el elenco que actuó interpretando El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky se encontraban campeones mundiales de patinaje olímpico sobre hielo, que fueron seleccionados y preparados por el Ballet Ruso para realizar las magníficas piruetas que deslumbraron al público por su destreza técnica y composición estética.

Quince fueron los bailarines que danzaron sobre el hielo de forma magistral, mezclando depuradas técnicas de danza clásica con espectaculares movimientos de patinaje artístico. Una combinación de estilos elegantes y expresivos que dejaron maravillados al público que no perdió detalle de los movimientos que los artistas dibujaban sobre el hielo.

El espectáculo consistió en la interpretación de dos piezas clásicas divididas en de dos actos. Para iniciar la sesión, el Ballet hizo El Lago de los Cisnes de Tchaikovski. Una obra a la que siguió el clásico de La Cenicienta de Serguei Prokofiev. Ambas obras tuvieron una duración de 45 minutos y un intermedio de 15 minutos entre cada una.

El Lago de los cisnes es uno de los ballets clásicos tradicionales más conocidos en todo el mundo. Se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877. No obstante, no cosecharía el gran éxito del que hoy disfruta hasta 1895 con la nueva concepción de Marius Petipa y Lev Ivanov en la que está basada la Obra, con tal fidelidad, que la compañía es conocida de manera internacional como el Bolshoi sobre hielo.

La obra transcurre entre el amor y la magia, enlazando en sus cuadros la eterna lucha del bien y del mal. La protagonizan el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, joven convertida en cisne por el hechizo de un malvado Von Rotbart y Odile, el cisne negro e hija del brujo

La Cenicienta está basada en el cuento popular de Charles Perrault, originalmente llamado Cendrillon ou la petite pantoufle de verre (Cenicienta o la pequeña zapatilla de cristal). El argumento atrajo a Marius Petipa y disfrutó de la inhabitual colaboración de tres figuras excepcionales en la historia de la danza: el propio Petipa, Lev Ivanov y el maestro italiano Enrico Cecchetti. Fue estrenada en 1945, en el teatro Mariinski de San Petersburgo.

Cenicienta narra la historia de una bella joven que tras la muerte de su padre se ve maltratada por su madrasta y hermanastras, quienes malgastan la fortuna de su difunto padre. Un día, llega una invitación a un gran baile que ofrecería el príncipe para buscar esposa y Cenicienta ve la oportunidad de por una vez sentirse como las demás chicas de su edad.

Fascinado salía el público de comprobar la plasticidad de los bailarines sobre una pista de hielo, en el Auditorio Maestro Padilla. Increíble pero cierto