La familia Caparrós Martínez dona a Pulpí una obra de Pedro Antonio Martínez
La pintura titulada ‘Novia’ que fue realizada en 1949 por el ilustre pintor pulpileño se ubicará en el Espacio Escénico del municipio
La familia pulpileña Caparrós Martínez ha donado al Espacio Escénico de Pulpí una nueva obra del pintor Pedro Antonio Martínez, titulada Novia, de 1949. La sala del Pintor Pedro Antonio Martínez Expósito, en el Espacio Escénico de Pulpí, ha recibido este nuevo cuadro del ilustre pulpileño, segunda obra donada por la familia Caparrós Martínez, Novia del año 1949.
La donación tuvo lugar en la misma sala de exposiciones del Espacio Escénico, donde la familia Caparrós Martínez hizo entrega del cuadro en presencia del alcalde de Pulpí, Juan Pedro García; el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Bautista López; el delegado de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Energía en Almería, Guillermo Casquet; y la directora de la Escuela de Arte de Pulpí, María Rosa Ponce.
Novia, de 1949, procedente de Brasil, es un lienzo, pintado al óleo, que representa el retrato de una novia. Con esta última adquisición ya son nueve las obras del pintor, Pedro Antonio Martínez, expuestas en la sala de exposiciones del Espacio Escénico de Pulpí, abierto al público de martes a domingo, con horario de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horas.
Pedro Antonio Martínez Expósito nació en el término municipal de Pulpí, en la barriada del Convoy, el 29 de noviembre de 1886. Hijo de una familia humilde, su padre, Antonio MartínezQuesada, era trabajador jornalero, su madre María Expósito, natural de Cuevas del Almanzora.
Su formación pictórica comenzó pasados los primeros 20 años de su vida. Hasta ese momento se había dedicado a las tareas del campo, sin ninguna enseñanza académica. Fue un hombre modesto y callado, persona muy sencilla y respetuosa, según cuentan los mayores.
Gracias a otro paisano, Emilio Zurano, el cual había vivido una historia similar con anterioridad, Pedro Antonio Martínez cambió de paisaje y situación, en definitiva, de vida. La pintura fue la vocación de Pedro Antonio y logró desarrollarla plenamente.
En 1909 comenzó su aprendizaje en Madrid en el estudio de Eduardo Chicharro, que en aquel momento gozaba de un merecido prestigio. Dos años después pasó al estudio del pintor granadino José María López Mezquita.
Pasada la época de formación, comenzó a cosechar éxitos profesionales obteniendo, entre otros, la Segunda Medalla a las Bellas Artes en Madrid por la obra Dos artistas en 1924.
Antes de la Guerra Civil viajó a Sudamérica y allí se perdió su pista. Los pocos datos de que disponemos hacen suponer que vivió el resto de su vida en Brasil y que allí murió.
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