Carlos Pérez Siquier retrata el barrio de ‘La Chanca’ en color en un libro

El volumen editado por la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y la Diputación de Almería reúne más de 200 fotografías, la mayoría inéditas’ en 240 páginas

Todos los chavales y chavalas del barrio asisten a un espectáculo de equilibrismo en el barrio.
Todos los chavales y chavalas del barrio asisten a un espectáculo de equilibrismo en el barrio. / Fotografías: Carlos Pérez Siquier
D. Martínez

29 de agosto 2020 - 19:38

Carlos Pérez Siquier, hoy cercano a los 90 años, comenzó hace 60 años un excelente trabajo fotográfico en el barrio de La Chanca. De 1960 a 1965 estuvo captando imágenes del barrio en color. Ese trabajo ha visto ahora la luz en su integridad gracias a un libro y una exposición que ya se ha podido ver en Almería y ahora en Laujar hasta finales de septiembre.

El libro Pérez Siquier. La Chanca en color, está editado por la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino en colaboración con la Diputación de Almería. La obra comparte con el lector más de 200 fotografías, la mayoría inéditas, a lo largo de 240 páginas en una obra de cuidado diseño y máxima calidad editorial.

Se trata del segundo volumen de la enciclopedia visual dedicada al autor almeriense desde el Centro Pérez Siquier tras La Playa, que se presentó el año pasado. Desde la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino se trabaja en la digitalización y recuperación de todo el archivo de este artista clave en la evolución del arte fotográfico español.

Carlos Pérez Siquier cuando habla de este trabajo subraya que “La Chanca para mí tiene importancia en dos vertientes, una parte técnica y creativa y otra que reside en el carácter documental. Para los almerienses y el mundo entero se demuestra que había un barrio que conservaba una estructura y dignidad entre sus gentes, que es lo que procuré capturar en esas imágenes. Supe encontrar su corazón”.

“Este libro ha colmado todas mis satisfacciones. Esta serie la consideraba perdida y ahora la han rescatado con una pericia y un conocimiento extraordinarios. Cerca de los 90 años el tiempo juega en mi contra personal, pero, sin embargo, trabaja a favor de la fotografía lo que quiere decir que estas imágenes me van a sobrevivir”, apunta Carlos Pérez Siquier.

El presidente de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, Andrés García Ibáñez, apunta que “esta obra es fundamental en el desarrollo de la fotografía europea de vanguardia porque es la primera serie en color que un artista fotógrafo hizo en Europa. Cuando Pérez Siquier hace ‘La Chanca en color’ la fotografía de autor era en blanco y negro y estaba mal visto la fotografía en color para el arte. Esta es la serie que a Pérez Siquier le valió para ser reconocido como el pionero del color en Europa”.

El crítico de arte Sema D’Acosta, uno de los autores de los textos, junto a Alejandro Castellote, que acompañan a las imágenes de Pérez Siquier en este trabajo, afirma que “las fotos de Carlos Pérez Siquier a color reflejan el pulso de la vida a ras de suelo, un paisanaje de gente anónima donde nadie destaca ni ocurren grandes cosas. Lejos del dramatismo o la aflicción que puede suscitar el blanco y negro, aquí la realidad ni se amolda a la mirada de un autor ni se pliega a los condicionantes de un lenguaje. Es, tal cual. Las interiores de la vida cotidiana son a color. El blanco y negro tradicional, acotado a un territorio concreto de tonalidades y fijado con fuerza en nuestro imaginario, tiende a la abstracción poética”.

“Uno de los grandes méritos de las fotografías de La Chanca en color es su valor antropológico, su capacidad de introspección para retratar la vida de una comunidad de personas desde dentro, buscando la complicidad de los gestos pequeños, sabiendo guardar la distancia justa para estar y no ser notado. Alguien de fuera, no hubiera podido pasar desapercibido de esa manera deambulando por esos callejones estrechos. Sus protagonistas son una multitud anónima representativa de una época de España y un diminuto recoveco olvidado del sur a orillas del Mediterráneo, sólo visible entonces a los ojos de Carlos Pérez Siquier y Juan Goytisolo”. apunta D’Acosta.

Alejandro Castellote en la introducción de la obra sostiene que “adentrarse en las fotografías que tomó en La Chanca desde 1957 hasta 1965 ilustra el proceso de maduración, evolución y emancipación de su mirada. Desde sus comienzos, Carlos Pérez Siquier se ha nutrido en primera instancia de su intuición a la hora de fotografiar, seguido de un proceso de racionalización posterior que le ha permitido concretar y fijar la morfología de su obra. En cierto modo, también ha ido aprendiendo acerca de sí mismo a través de las imágenes que iba realizando. Podría decirse que La Chanca fue para él un campo de pruebas donde coexistían y se friccionaban la estética y la ética de la representación”.

“La Chanca se consagra como un punto de inflexión fundamental para comprender el resto de la obra de Pérez Siquier. Aquí están los primeros trazos de su léxico particular. Aquí se constata la que será su creciente atención a los signos que hablan elípticamente, y a veces explícitamente, de nuestro tiempo. La Playa afirmará y continuará ese recorrido, limitando al mínimo las acotaciones geográficas. La suya es una obra local que habla una lengua universal: un barrio humilde silenciosamente cargado de siglos de historia se convierte así en todos los barrios humildes de las costas mediterráneas y La Playa en todas las playas que el turismo inunda. La historia de la fotografía en color tiene ya en estas dos series de Carlos Pérez Siquier a uno de sus pioneros referenciales. Mientras tanto, en Almería, él sigue disfrutando orgullosamente de su paraíso y sigue tomando notas” asegura Alejandro Castellote.

Es una obra clave para conocer el barrio y el trabajo fascinante de Pérez Siquier. Es un documento único que aunque pasen los años siempre tendrá vigencia.

El fotógrafo que desde niño quedó fascinado con la luz

Nacido en Almería en 1930, Carlos Pérez Siquier abrió pronto los ojos a la luz cegadora del mediterráneo. Su padre, aficionado a la fotografía, tenía un pequeño taller en la buhardilla de casa, y allí descubrió el niño la imagen revelándose sobre el papel. Con diecisiete años cae en sus manos un ejemplar de la revista francesa “Cine-Photo Magazine”, editada por el grupo “Les 30x40”, donde una fotografía humanista comprometida con la realidad, auténtica y poética, le marca profundamente. En 1950 finaliza sus estudios de fotografía en la Escuela de Arte de Almería. En 1956 comienza su mítica serie “La Chanca”.

stats