Carolina Durante y Compro oro arrasan con su potencia musical en la Plaza Vieja
La banda madrileña y la formación almeriense entusiasman al público que llenó el espacio y que tuvo un comportamiento modélico
De todo el ciclo de conciertos de Cooltural Go!, el formato en el que se ha adaptado la edición de Cooltural Fest de este año, que organiza Crash Music y el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería, la del sábado estaba marcada como la más eléctrica y veloz de todo el calendario de eventos. La razón tenía dos poderosos nombres compuestos: la banda madrileña Carolina Durante y la formación almeriense Compro Oro.
Dos propuestas que venían prometiendo ritmos trepidantes, los locales, y una intensidad y estruendo juvenil apabullante los capitalinos. Y ninguno de los dos se quedaron cortos, en una velada en la que, además de lo visto en las tablas, el protagonismo también lo tuvo el comportamiento modélico del público asistente, que no se levantó de su asiento pese a lo dinámico y enérgico de las canciones, evidenciando que la #CulturaSegura, hashtag realzado estos días, sí que es posible.
Lo de Compro Oro no es nuevo y en Almería lo saben desde hace años. Su sonido es una burbuja en el tiempo, a lo Dark, que lleva hacia una fina psicodelia de raíz aflamencada que, de manera clara, conecta con ese pulso rítmico de Los Brincos.
Una música muy percusionada que sirvió para poner los corazones al compás de las canciones de su larga duración Carmen, que capitalizó la totalidad del repertorio.
La querencia coplera, canalla y ácida se deja ver en las referencias explícitas a versos como los de “quién maneja mi barca” o “dame veneno que quiero morir”. Con temas como Miedo, Carmen o las arrebatadas Ojos Verdes o Eres especial.
Una banda que brilla por igual en los tempos veloces como en los más reposados, como el cante por tientos, y con algunos ramalazos surferos, que también se unen para completar la fiesta de un sonido que fue bastante reconocido por el público que poco a poco llenó la Plaza de la Constitución con muy buena entrada.
Aunque sus canciones están repletas de referencias a nuestros días, de Instagram a la política, pasando por modas de consumo y costumbrismo actual de ocio juvenil, ver a Carolina Durante es viajar a un punto atemporal donde se ve sobre el escenario a una banda que actúa como si le importara bastante poco que estemos en 2020.
Tanto en la forma de interpretar, bastante libre, especialmente en Diego Ibáñez (voz), aunque las intervenciones entre tema y tema no sean lo suyo, lo que redunda en beneficio de la continuidad del espectáculo, contundente de Martín Vallhonrat (bajo y coros), inagotable de Juan Pedrayes (batería) y técnica de Mario del Valle (guitarra).
Carolina Durante recoge lo más sesudo y contracorriente del indie (Los Punsetes, Pony Bravo, Los Ganglios) -convertido en un cajón de sastre- con el sonido oscuro del post-punk que nos lleva a gente como Parálisis Permanente o el pop punk de Los Nikis, también actitud jovial de los primeros Airbag (sin entrar en el mundo comic-terror-serieB, eso sí).
Una coctelera de muchos compuestos, todos ellos por encima de la media en su ánimo de trascendencia y originalidad. A eso sumen la mezcla de Martín Glover en su primer y único larga duración, productor y fundador de Killing Joke, y que se completa con una importante colección de EP’s y singles individuales.
Y casi todo sonó el sábado en las tablas de la Plaza de la Constitución, con una apertura veloz con la reciente Lo segundo, ya no tanto, pasando por las Nuevas formas de hacer el ridículo y el dardo al cantante de un grupo de moda en el circuito indie o las más desencantadas Buenos consejos, peores personas, El año o Nuevos vicios, con dardo futbolero en El himno titular.
Y es que Carolina Durante juega al trampantojo sonoro en muchas ocasiones. Detrás de una aparente desgana o ‘facilidad’ ejecutora, se encuentran letras bastante personales, como las de En verano, Cuando niño, El Parque de las balas, Niña de hielo o No tan jóvenes, asfixiantes, como en Cementerio (El Último Parque) o contradictorias, pura realidad, como en KLK.
Y es que al final, entre el blanco y el negro siempre hay muchos matices que llevan a responder a determinadas preguntas con un ‘Joder, no sé’ pese a que eso no implique Falta sentimiento. Con referencias a su verano en Aguamarga, Diego también confesaría sentirse “nervioso” ante un público sentado en lugar de bailando y, eso sí, apostó y confío por una “cultura segura”.
Llegaba el momento de la ascensión final que vendría con la también reciente La canción que creo que no te mereces y la hímnica Las canciones de Juanita, referencia a la banda Juanita y Los Feos, para continuar con Necromántico, y las esperadísimas Perdona (Ahora sí que sí) y Cayetano, a la que le mutaron el verso más conocido.
La noche de los muertos vivientes cerraron el set preparado, que todavía tuvo un regalo inesperado hasta para la intérprete de lengua de signos, con un tema inédito de claras referencias de post-confinamiento y guitarras muy Green Day. Esta banda es imparable y el tiempo determinará lo largo de su recorrido. Fue una noche para recordar y el público con su excepcional comportamiento salió satisfecho de un concierto único.
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