Cayetana de Alba ya está de vuelta en el Palacio de Dueñas

Habla en un tono más alto, ha dado sus primeros pasos, come con normalidad y hasta tiene ganas de ir a los toros. Cayetana no parece la misma que antes de entrar, el pasado domingo, en la Clínica Sagrado Corazón de Sevilla donde, atendida por el doctor Francisco Trujillo, fue tratada de la hidrocefalia que padecía. Así, el que es jefe de Neurocirugía de dicho centro -y uno de los mejores expertos nacionales e internacionales en su materia- quedó muy satisfecho de una intervención en la que participó un grupo no demasiado extenso, pues se trata de una operación bastante más sencilla de lo que parece. Tras noventa minutos de trabajo, la duquesa salió del quirófano y a mediodía, tras despertar, ya balbuceó sus primeras palabras. Rodeada de sus hijos, la paciente sólo permaneció unas horas ingresada y, el miércoles, regresó al Palacio de Dueñas para recibir en casa la visita de algunos de sus nietos mayores y, por otro lado, de los más pequeños, es decir, Cayetana -hija de Eugenia y Fran-, Luis y Amina -y los gemelos de Cayetano y Genoveva, también presente-. Incluso María Eugenia Fernández de Castro, ex de Jacobo y gran amiga de Cayetana, quiso interesarse personalmente por la evolución de la salud de la que, hace tiempo, fuera su suegra. Todos coinciden en la magnífica recuperación experimentada por una mujer de la que siempre sorprende su fortaleza y que, durante toda la jornada de ayer, estuvo hablando por teléfono y recibiendo a todos los amigos que la llamaron o, como Carmen Tello, se acercaron a saludarla. "A ver si me recupero para poder empezar a salir", manifestaba quien, con cada una de sus acciones, capta la atención mediática.