Cuevas muestra sus condolencias por el fallecimiento de la nieta del poeta Álvarez de Sotomayor

Donó al municipio el valioso legado de su abuelo, gracias al cual se creó el Museo Álvarez de Sotomayor

Isabel Martínez Redondo en el Museo Sotomayor.
Isabel Martínez Redondo en el Museo Sotomayor. / D.A.
D.M.

05 de septiembre 2019 - 15:27

El Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora muestra sus condolencias por el fallecimiento de la nieta del poeta Álvarez de Sotomayor. En la madrugada del pasado sábado 31 de agosto y a los 92 años de edad falleció la cuevana Isabel Martínez Redondo, acompañada de su familia, en Azuaga (Badajoz), localidad en la que residía desde que contrajo matrimonio con el natural de este municipio extremeño Ricardo Llera en 1947.

Isabel era nieta de José María Martínez Álvarez de Sotomayor, poeta y dramaturgo natural de Cuevas del Almanzora, escritor conocido en el ámbito de la literatura regional española por su larga trayectoria literaria durante la primera mitad del siglo XX y por haber sabido recoger de forma magistral en sus libros las costumbres, modos de vida y el habla de los campesinos de la comarca en la que se ubica su pueblo natal.

Como ha manifestado el Alcalde Antonio Fernández Liria, “desde el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora queremos dejar constancia pública de nuestro sincero agradecimiento a nuestra paisana y benefactora Isabel Martínez Redondo, así como expresar nuestro más sentido pésame a todos sus familiares y seres queridos”.

Cuevas del Almanzora se viste de luto no sólo porque haya desaparecido esta ilustre paisana, sino porque se trata de una benefactora que de forma desinteresada, altruista y generosa donó al municipio el valioso legado literario, cultural y personal de su abuelo, gracias al cual el Ayuntamiento pudo hacer realidad un anhelo de los cuevanos durante bastantes años creando el "Museo José Mª M. Álvarez de Sotomayor". Isabel era consciente de la importancia de ese legado no sólo para el patrimonio histórico y cultural de Cuevas, sino para el estudio e investigación de cuantas personas desearan conocer y profundizar en la historia y cultura del municipio durante el periodo que el poeta vivió (1880-1947) y quiso dejar reflejado para la posteridad en su obra.

Hoy, gracias a este Museo, cualquier estudioso o visitante tienen la oportunidad de contemplar y manejar abundantes y variados documentos de enorme valor etnográfico e histórico sobre la comarca en la que se ubica Cuevas del Almanzora. En él se encuentran todas las obras editadas e inéditas de Sotomayor escritas en prosa y en verso, así como colecciones de libros y revistas que formaron parte de su biblioteca, objetos y mobiliario de su domicilio familiar, el despacho que utilizó, documentos relacionados con su vida privada y su carrera literaria, objetos de uso personal, fotografías, títulos, certificaciones..., en fin, material suficiente para la reconstrucción de la vida y la carrera literaria de este escritor.

Fue tanto y tan constante el empeño de su nieta Isabel en mantener vivo y actualizado el Museo de su abuelo, que no perdía ocasión para hacer una nueva entrega o donación en la medida que iban siendo hallados nuevos objetos o documentos, como sucedió hace casi dos años con la entrega al Ayuntamiento de una valiosa guitarra flamenca adquirida en 1901 en Madrid por su abuelo en el taller del prestigioso maestro guitarrero Manuel Ramírez de Galarreta y Planell, quien en 1912 regaló al joven Andrés Segovia la que sería una de sus históricas guitarras, actualmente expuesta en el Museo Metropolitano de Nueva York.

Y no se limitó la benefactora dama a entregarla tal y como se conservaba desde que hace más de setenta años dejó de ser utilizada, sino que quiso donarla perfectamente restaurada, para lo que recurrió al sevillano Andrés Domínguez, famoso guitarrero de Paco de Lucía, Vicente Amigo o Tomatito, entre otros, corriendo ella con el total de los gastos que supuso la restauración.

Hasta el final de su vida Isabel siguió haciendo gala de su generosidad y amor a Cuevas del Almanzora, donde nació y vivió hasta contraer matrimonio, como demuestra el hecho de tomar la decisión, intuyendo que el final de sus días podía estar próximo, de no dejar que continuaran apartadas del público las Memorias de su abuelo después de 72 años tras su muerte, las cuales, al mismo tiempo que son una autobiografía del poeta, son un documento de valor histórico y etnográfico irremplazable para el conocimiento y estudio de la vida y costumbres de las gentes pertenecientes a la clase social del poeta en Cuevas del Almanzora durante los años que este vivió.

La generosidad de Isabel Martínez Redondo se vio compensada por la fortuna permitiéndole esta gozar de la satisfacción de ver, por medio de la presencia y narración de su hija Julia, el acogimiento que Cuevas dio a su grandeza abarrotando el aforo del teatro-cine Echegaray el día de la presentación oficial de las Memorias el pasado día 16 de marzo.

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