Dani Valverde emociona con su pregón al costalero en la Compañía

La Iglesia de la Compañía de María albergó el pasado sábado uno de esos eventos cuaresmales esperados por todos los que se enfundan la faja y el costal durante la Semana de Pasión. Allí se celebró el XXXII Pregón del Costalero organizado por la Hermandad de las Angustias que, en esta ocasión, pronunció el cofrade, costalero y músico Daniel Valverde. El también colaborador de Diario de Almería desglosó su citado pregón en tres parte diferenciadas, además de una introducción en la que, en verso, un niño aguador habla a su padre que trabaja bajo el paso para acabar agradeciendo a su propia madre el hecho de parirme costalero.

En primer lugar, quiso Valverde homenajear a los antiguos costaleros almerienses que nos trajeron hasta aquí, ya que ellos sufrieron los rigores de unos años difíciles y gracias a ellos hoy disfrutamos de su herencia. El pregonero hizo una primera poesías para rendir pleitesías a estos haciendo un símil de vocablos de nuestra lengua con los del costalero, aludiendo a esa herencia que nos dejaron los veteranos.

En la segunda parte del pregón, el corneta habló del sentir del costalero, la noche de igualá, los ensayos y los sentimientos debajo de las trabajaderas. De cómo se ríe, se llora y se ama debajo de un paso, de cual es el mensaje del costalero y de la catequesis pública. Acabó Valverde con una poesía al costalero en la que ensalzó las virtudes de serlo, los valores del mismo y un largo etcétera.

La tercera parte de este trigésimo segundo pregón fue la más visual. El protagonista detuvo el mismo, como si de un paso se tratara, a las puertas de San Juan e hizo una pequeña alusión a la historia de la Hermandad de las Angustia. Allí, encarando el pregón a la puerta pidió Valverde una oración por la cofradía haciendo referencia a algunos lugares de Almería y principalmente aquellos en los que ha tenido este costalero del Señor de la Sentencia el honor de pregonar o presentar un cartel y a las hermandades en las que es hermano. El silencio, también su hermandad, apareció en la ultima poesía cuando le dijo el protagonista a las Angustias que "le llevaré desde Alfareros una rosa de Esperanza y de Consuelo", en alusión a esa flor que en la mañana del Jueves Santo le entrega Estudiantes a la Virgen del Consuelo.

El pregón acabó con una poesía a la Hermandad de las Angustias en la que habló el protagonista a los dos titulares, donde recordó el cobijo de Prendimiento en su Capilla y donde finalizó diciéndole a la Virgen de las Angustias que "Seré su prioste el Viernes Santo, me subiré a su paso para evitar que sus párpados se cierren porque han de ver resucitar a su hijo el Cristo de la Buena Muerte".

Tras el caluroso aplauso, la corporación del Jueves Santo hizo entrega de un recuerdo al pregonero y también a su presentador, Juan Aguilera, que se deshizo en elogios a la hora de presentar a Valverde, emocionando incluso a este. El acto concluyó con un concierto de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen de Almería, que inició el mismo con la marcha Cristo del Amor. En este caso, la formación interpretó varias marchas procesionales entre las que estrenó La Cruz de Dios, dedicada al titular cristífero de la cofradía, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Al finalizar el acto y tras la foto protocolaria tuvo lugar la cena de homenaje al pregonero, que fue todo un éxito.