Cultura

Daniel Doña envuelve su 'Black box' con una fusión de tradición y vanguardia

  • El bailarín maravilló en el Auditorio con un espectáculo minimalista, que experimenta con la energía flamenca y las últimas tendencias de la danza

Tres paneles, tres laterales de una caja abierta en el frontal, para que el público pueda observar, con una mezcla de curiosidad y admiración, el espectáculo que la compañía de Daniel Doña ofreció el viernes, en el Auditorio Maestro Padilla, y en el que unió la energía de la tradición flamenca con la vanguardia de la danza contemporánea.

En Black Box (caja negra en inglés), las sombras, luces y silencios se suman como bailarines imaginarios que acompañan a los cuatro artistas principales. Una puesta en escena muy cuidada, y basada en el contraste del negro y la iluminación para recrear la atmósfera minimalista que quiere transmitir al público.

La danza española da un paso adelante con Daniel Doña, que en Black Box experimenta con el flamenco y la danza. De esta manera, logra fusionar la energía racial de las castañuelas y los crótalos con la elegancia de los movimientos del ballet, y todo ello a través de un envoltorio a la vez sombrío y rompedor.

El resultado es un espectáculo minimalista, emocionante, técnicamente maravillo y con una intensidad sin artificios, en el que prima la expresividad de cada gesto y que dejó huella en el público con sus numerosos aplausos.

Daniel Doña consigue con la puesta en escena que el espectador tenga la sensación de estar dentro de una caja negra, y ahí convive con los movimientos del coreógrafo y los tres grandes bailarines que le acompañan: Cristina Gómez, María Alonso y Cristian Martín.

Los cuatro artistas actúan en perfecta sincronía, y juegan con los laterales de la caja, que a veces sirven como paredes para centrar la mirada del público y en otras como espejo en la que reflejar las sombras de sus bellos movimientos.

Como expresa el propio Daniel Doña, "Black Box es una nueva forma de concebir la danza española, exprimiendo su esencia más contemporánea". La estética vanguardista, vestuario oscuro, fondo negro, sombras y luces, contrasta con el flamenco que suena como hilo musical de Black box. Entrelazado, algunos momentos con música más experimental.

Daniel Doña, que ha formado parte del Ballet Nacional de España y ganado el premio Max de las Artes Escénicas, logró el viernes generar un ambiente minimalista y conmovedor, belleza estética y técnica depurada, raza y modernidad, para deleite de los amantes del ballet.

Grandes aplausos para esta actuación tan brillante enmarcada en el Otoño Cultural del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería.

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