Diego Reche y Diego Alonso lanzan el libro 'Poemas de andar por clase'

A Diego Reche y a Diego Alonso Cánovas se les ocurrió escribir, mientras tomaban café, un libro titulado Poemas de andar por clase. Son fruto de su actividad docente, pero también, y sobre todo, de su capacidad para el humor y la ironía, que alcanzan en sus versos niveles muy altos. Reche da clases de lengua y literatura; Alonso Cánovas, de matemáticas. Por una vez las letras y las ciencias van juntas de la mano en un divertidísimo constructo poético que ha sido recitado por sus autores en muchos institutos de educación secundaria de toda España, cosechando éxito y sonrisas a granel.

Luis Alberto de Cuenca apunta que "los Diegos tienen una facilidad versificadora que impresiona, una aptitud para glosar lo cotidiano que encandila y una vis cómica que desternilla. Sonetos y no sonetos les salen a borbotones de la mente, donde han montado un laboratorio de rimas que sabe a noble y vieja escuela decimonónica reciclada con chispa y con gracejo del siglo XXI".

"A nosotros los proyectos, incluso los poemas, se nos ocurren tomando café. Y así un día en una cafetería de Almería pusimos en marcha estos Poemas de andar por clase, a ver lo que salía de un profesor de matemáticas que toca el acordeón y de un profesor de lengua y literatura obsesionado con el verso", apunta Reche.

"El soneto fue el culpable y el puente que hizo que estas dos asignaturas tan temidas, llamadas troncales, unieran sus dos orillas, esperando ser compatibles. Porque aunque también escribimos poemas tristes, como todo poeta que se precie, en esta ocasión decidimos dejarlos aparcados y sacar a relucir al poeta cotidiano e irónico que llevamos dentro; ese profesor-poeta que intenta acercar estos "contenidos conceptuales" -como dicen los pedagogos- mediante el verso, manías que tenemos algunos", sostienen ambos escritores.

"Pronto sacamos del cajón los poemas que teníamos sobre nuestras asignaturas, y una vez elegidas y ordenadas quisimos llamarlo Poemas de lengua ymatemáticas, aunque también pudo llamarse Poemas de matemáticas y lengua, y a pesar de que el orden de los factores no altera el producto, nos quedamos con la opción primera porque la palabra esdrújula al final del título era más musical y enigmática", asegura Diego Reche.

"Aquel título no duró mucho porque conforme íbamos sacando del baúl nuestros poemas, vimos que no hacía honor a la verdad y de vez en cuando se colaba por allí un viaje de estudios, un tubérculo de ciencias naturales, un partido de baloncesto o hasta un W.C. En fin, que buscamos un nombre más acorde con aquel abanico poético y nos quedamos, sin darle muchas vueltas, con Poemas de andar por clase", sostienen ambos autores.

"Y puesto que el título encierra la metáfora principal del libro, creemos que guarda esa actitud desenfadada y cercana que pretendemos con estos poemas, pero que conste que nosotros, si queremos, somos gente muy seria. Porque la poesía puede estar en los grandes temas como el amor y la muerte o el paso del tiempo, y también por qué no, en una zapatilla, o en el número cero, o en pi o en el fútbol o en la ortografía y hasta si me apuran en los libros de historia de la literatura", apuntan los dos Diegos, autores de esta gran obra.