Diego Vasallo. Componente del grupo Duncan Dhu

"Con El Duelo hemos hecho un viaje musical al pasado"

  • La mítica banda toca este sábado en El Ejido y ofrece un espectáculo de más de dos horas. No descartan seguir cuando acabe la gira en febrero.

Diego Vasallo (San Sebastián, 1966) descuelga el teléfono para atender a Diario de Almería a escasos días del concierto que ofrece Duncan Dhu este sábado a las 21:30 horas en el Teatro Auditorio de El Ejido. "Todo tuyo", dice. El 50% del mítico grupo, de vuelta a los escenarios este año tras más de una década de silencio, destaca que su regreso "es un cúmulo de casualidades" que finalmente ha derivado en una gira mundial. Sus miles de fans están de enhorabuena.

-Doce años después de publicar Crepúsculo, y contra todo pronóstico, están de vuelta. ¿Qué tiene que decir Duncan Dhu tras más de una década de silencio?

-Por encima de todo está nuestro nuevo disco que contiene seis canciones y que es el nuevo trabajo de Duncan Dhu. Estamos satisfechos de cómo ha quedado El Duelo. Es nuestra carta de presentación.

-Su nuevo Mini-LP, El Duelo, es claramente una alusión a ese devenir, a esa lucha contra el inexorable paso del tiempo. ¿Han conseguido salir airosos tras su publicación?

-Yo creo que sí. Surgió de una manera improvisada. Iban a ser dos canciones para un recopilatorio en México y al final fueron seis. Retoma influencias muy antiguas y primitivas del grupo cuando empezamos con 20 años. En cierta manera, es un viaje musical al pasado, a los inicios pero con más profundidad, con el poso que dan los años. Recuerda a los primeros Duncan.

-Al escucharlo, da la sensación de estar Por tierras escocesas pero con unas letras más maduras, cargadas de simbolismo, de arrugas, de experiencia.

-Las letras que componíamos antes y las de El Duelo han cambiado mucho. Hay que tener en cuenta que las canciones más conocidas cuando nosotros teníamos 19 ó 20 años, como eran Cien Gaviotas o Esos ojos negros, no son las mismas que las que trabajamos ahora que rondamos los 50. Es inevitable que hayan cambiado. En cuanto al sonido, recuerda a nuestros inicios, un sonido más primitivo, pero también tiene una consistencia mayor, hay mucho trabajo detrás.

-Eso sí, el sonido de su directo al recurrir a instrumentos como el banjo evoca, por momentos, un sonido country-rock muy cercano al folk.

-Efectivamente. El nuevo disco se han escorado más al country, al folk rock y al roccabilly. Utilizamos pedales, el banjo y mucha acústica. Tampoco difiere mucho de los sonidos de los dos primeros discos ya que también proliferan las baterías con escobillas. Todo esto lo hemos recuperado y lo hemos ampliado. Ahora tenemos un sonido más maduro y consistente.

-A pesar del paso del tiempo, la fórmula de elaborar temas permanece casi inalterable. Tú te encargas de las letras y Mikel Erentxun de la música.

-Es una fórmula que utilizamos cuando componemos los dos juntos. En la discografía de Duncan también hay temas compuestos por completo por mi y por Mikel, pero cuando las trabajamos a medias, si es verdad que yo me ocupo de la letra y Mikel de la música. En El Duelo ha sido así, menos en Los días buenos y Llora guitarra, una adaptación de una canción popular menorquina.

-Lo que iba a ser un recopilatorio con un nuevo tema se ha convertido en un Mini-LP con una amplia gira de conciertos. La conexión con Mikel ha sido fundamental.

-En los últimos años ha habido un acercamiento en lo musical, porque en el plano personal no ha habido distanciamiento, hemos mantenido el contacto siempre. Ha habido épocas en las que nos hemos visto más y otras menos. En los últimos años, nos estábamos acercando musicalmente uno al otro en nuestros discos por separado. Compartíamos influencias y se notaba que estábamos en terrenos cercanos. Cuando nos pusimos a trabajar en el disco nos dimos cuenta de que así fue y elaboramos estas seis canciones con bastante facilidad.

-Su lema para anunciar su regreso, ha sido Vuelve Duncan Dhu. ¿Qué siente al estar de nuevo en esa particular vorágine de conciertos, presentaciones, entrevistas? Da la sensación que están viviendo una segunda juventud.

-(Risas). Es un cambio bastante brusco. Sobre todo para mí. Yo me había retirado un poco más de la escena musical que Mikel. Al principio cuesta un poco el estar de nuevo en este permanente movimiento. Los años van pesando y ya cuesta más salir de gira, ensayar, no es lo mismo que cuando tenías 20 años. Hay que cambiar el chip. Queremos que todo los conciertos sean muy buenos y la gente salga satisfecha. Ese es nuestro objetivo.

-¿Añora su primera juventud, cuando no había ni canas ni arrugas y llenaban estadios con 50 y 60.000 personas?

-Yo no añoro nada. Cada cosa tiene su momento. Aquello estuvo muy bien cuando fue. Ahora la gira está siendo una gira magnífica con aforos medios para el espectáculo que queremos ofrecer. No cambiaría esto por aquello ni muchísimo menos. Lo que estamos haciendo ahora con esta banda es lo realmente adecuado.

- Ahora han decidido ofrecer conciertos en recintos más recogidos, teatros principalmente como es el caso de Auditorio de El Ejido este sábado. ¿A qué se debe esta elección?

-No podemos pretender ahora tocar en espacios de 20.000 personas, sería un suicidio bestial. En aforos medios es lo que mejor se ajusta a nuestro público y a nuestro espectáculo. Tiene muchas ventajas porque son conciertos con mucha calidad a nivel de sonido, visibilidad y comodidad.

-Pasado ya el ecuador de su gira, que les ha llevado ya por tierras americanas y también lo hará por inglesas, ¿qué valoración haces?

-El balance hasta ahora está siendo muy bueno y positivo. La banda está sonando a pleno rendimiento. Es una banda excelente que se acopla a la idea de Mikel y mía. Los sitios han estado llenos y las críticas están siendo favorables. Yo espero que sigamos así hasta el final. Y se nos quedará un muy buen sabor de boca.

-Muchos escépticos criticaban que esta vuelta tenía como objetivo hacer el agosto pero viendo el espectáculo musical que ofrecen y las nuevas canciones del disco, parece todo lo contrario. No vienen a cantar Cien Gaviotas y poco más.

-Evidentemente, eso es lo que pretendemos y yo creo que se nota. Tocamos los viejos éxitos, no renegamos de ninguno de ellos, sería absurdo no tocar Cien Gaviotas o En algún lugar. Pero también queremos ofrecer algo más, como las canciones nuevas así como muchos temas de nuestro penúltimo disco Crepúsculo que no fueron estrenadas en directo porque no hicimos gira. Y también las canciones más antiguas, que han recibido un cierto lavado de cara. Nos hemos currado los arreglos, el sonido, la instrumentación, la puesta en escena. Por eso es un concierto largo, de dos horas y pico donde hay tiempo para todo: éxitos, canciones nuevas y antiguas. La gente sale muy contenta.

-Después de este reencuentro musical, ¿hay expectativas de seguir? ¿os lo habéis planteado?

-Están todas las opciones abiertas y planteadas pero por ahora no hemos tomado una decisión. Cuando termine la gira el 22 de febrero en Londres veremos a ver qué ganas tenemos. Puede que nos demos un tiempo y hagamos un trabajo por separado o puede que paremos unos meses y sigamos tocando el año que viene...

-Almería es una provincia en la que ya han actuado tanto en grupo como en solitario. Incluso ha inspirado una canción suya, Oro blanco. ¿Hay química?

-Tanto Mikel como yo hemos venido por separado varias veces de vacaciones y conocemos muy bien Cabo de Gata, Mojácar, Aguamarga. Nos gusta Almería. Siempre es un placer venir aquí.

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