El próximo sábado, día 6 de setiembre a las 20.30 horas se inaugura la exposición pictórica de Eduardo Roca, en el Palacete del Siglo XIX, Villa Anita, ubicada en Cuevas del Almanzora.

Esta inauguración constituirá un evento sin precedentes en la zona. La exposición está organizado por Miquel Servera, director de la Galería Sa Pleta Freda, en Mallorca, ex director de la Fundación Pilar y Joan Miró, descubridor de talentos como el gran Miguel Barceló, conocedor del arte, y amante de la calidad.

Villa Anita es una casa con vida propia, imponente a la vista, recientemente restaurada cuidando todos los detalles para mantener su encanto. Un palacete que ha visto crecer la región y donde cada rincón huele a historias. Grandes puertas que rompen el límite entre los jardines, la vivienda y el propio cielo, serán el marco propicio para la exposición.

Eduardo Roca es un joven almeriense, dedicado a su arte, amante de su entorno, el que refleja y disfruta en todas y cada una de sus obras. Con un amplio curriculum educativo acompañado por un cúmulo de premios y sobre todo, con alma de artista.

En el siglo XIX , como consecuencia de las grandes explotaciones mineras de Sierra Almagrera, unas cuantas familias de Cuevas del Almanzora -los pioneros- protagonizaron un frenético enriquecimiento que contribuyó a modificar el semblante urbano de la entonces villa en poco más de cuatro décadas.

Esto supuso una auténtica revolución urbanística que sembró de palacetes de nueva planta el corazón de Cuevas del Almanzora El palacete de García-Alix, conocido como Villa Anita, se sitúa en la Avenida Barcelona, muy cerca del parque del Recreo o de Alfonso XIII, y, a pesar de haberse perdido el entorno de huertos de naranjos en el que estaba enmarcado desde su inauguración en la última década del XIX, conserva aún el encanto de su enorme mirador soportado que en días soleados acrisola la luz a través de sus vidrieras, como el de sus espléndidas rejas en bucle.

Carlos García-Alix, hijo del que fuera ministro de Educación a principios del XX, contrajo matrimonio con Ana Manuela Soler, hija única; a esta última se le debe el nombre del palacete -Villa Anita- que aparece reflejado en dos sendas placas a ambos lados de la verja de hierro que da entrada a los antigua zona acotada del palacete, hoy convertida en travesía y espacio ajardinado públicos. No obstante, el constructor de la casa fue Antonio Soler

Márquez, accionista de minas, diputado y senador por el partido conservador entre 1890 y 1907, año de su muerte. Éste fue hijo de Manuel Soler Gómez, propietario de minas, fundidor y banquero que, a su muerte en 1891 dejó una inmensa fortuna a sus hijos.

Este palacete, con toda su historia fue adquirido hace 5 años por Miquel Servera quien ha dedicado desde entonces todos sus esfuerzos para lograr su restauración completa y poder abrir sus puertas el 6 de septiembre con la exposición pictórica de Eduardo Roca.