Fallece Horacio Ferrer, el poeta del tango, que estuvo vinculado a Almería

En Nueva Almería hay una plaza que lleva el nombre de este insigne compositor uruguayo, nacionalizado argentino Fue un gran amigo del alcalde, Luis Rogelio Rodríguez Comendador

Imagen de archivo del año 2008 durante una visita de Horacio Ferrer junto a Rodríguez Comendador.
Imagen de archivo del año 2008 durante una visita de Horacio Ferrer junto a Rodríguez Comendador.
D. Martínez

22 de enero 2015 - 05:00

Siempre llevaba pajarita. Horacio Arturo Ferrer Ezcurra, el gran poeta del tango, falleció el 21 de diciembre en Buenos Aires. Había nacido en Montevideo el 2 de junio de 1933 y desde muy joven se interesó por el tango y su mitología, lo que lo llevó a crear más tarde temas como Balada para un loco y Chiquilín de Bachín, en sociedad con Astor Piazzolla.

Vivió durante muchos años en una habitación del lujoso hotel Alvear de Buenos Aires y tuvo una estrecha vinculación con Almería y con el actual alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez Comendador. De hecho impartió algunas conferencias en Almería y también asistió a varios festivales de tango celebrados en la ciudad. De hecho, en la zona de Nueva Almería hay una Plaza denominada Jardines Horacio Ferrer.

Hijo de un profesor de Historia y una madre que era sobrina bisnieta de Juan Manuel de Rosas, creció en un hogar montevideano de gente culta que había llegado a conocer en persona a Amado Nervo, Rubén Darío y Federico García Lorca, un acervo del que no fue indiferente.

Quiso ser arquitecto y cursó varios años en la Universidad de la República, pero su pasión tanguera lo condujo a abandonar ese sueño. En el año 2006 con motivo de una visita a Almería declaraba que "el tango es una música, es una danza, es una interpretación poética y es un arte de la interpretación vocal. Además hay un arte de la orquestación. Tiene muchos orígenes y muchas esencias el tango. En la música participan junto con las músicas que llegan de Montevideo y de los instrumentos europeos. El tango es una filosofía del arte".

Ferrer que había estudiado el tango en profundidad matizaba que "se trata de un baile muy sensual, y donde además el hombre comanda el baile y donde es admirable la labor de la mujer, ya que tienen que intuir donde van los pies del hombre y no caerse. Eso me parece de una gran belleza técnica como ballet. Está claro que los bailarines de tango lo hacen para disfrutar ellos y para que los elogien los demás. En el baile del tango hay intuición, hay inspiración y mucha técnica".

También en aquel encuentro a las puertas del Hotel Torreluz, Ferrer elogiaba la figura de Gardel. "Sin Gardel el tango no hubiera sido lo que es, porque Gardel influyó mucho sobre los compositores y poetas e incluso sobre los músicos. Gardel era un hombre de un origen familiar dudoso. Después hizo una creación con su cuerpo porque era un gordo que pesaba 120 kilos. Durante mucho tiempo fue una bola, hasta que decidió meterse en un gimnasio logrando esa silueta que muestra a partir de 1934. Pero Gardel se creó asimismo, puesto que no tiene nada que ver el Gardel del principio al Gardel del final. Es el artista que más esculturas tiene en el mundo".

También habló de Piazzolla. "Lo conocí cuando tenía 15 años y fuimos amigos durante 40 años. Era una fuente de música y por suerte lo tuvimos en el tango. Era un tanguero y amaba el tango, aunque siempre se planteó cambiarlo, y al final lo cambió. El con cinco instrumentos hizo una obra de más de 3.000 composiciones. Piazzolla fue un genio y yo tuve la suerte de asistir a todos sus estrenos".

stats