Cultura

Fallece la escritora y pintora almeriense Carmen Perceval

  • Una rápida enfermedad acabó el sábado por la noche con su vida. Ayer por la tarde sus restos recibieron sepultura

La pintora y escritora almeriense Carmen Perceval falleció el pasado sábado a las 23.30 horas en su casa, donde se encontraba después de haber estado varios días ingresada en un hospital de la capital. Una rápida enfermedad ha acabado con la vida de la hija mayor del que fuera gran pintor almeriense Jesús de Perceval.

Carmen Perceval había nacido hace 61 años en Almería. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Madrid, fue profesora agregada de Bachillerato. Autora de una notable obra pictórica en la que podemos hallar la lógica influencia de su padre, Jesús de Perceval, fundador del movimiento Indaliano sobre el que hizo su tesis en la facultad.

Sus óleos y dibujos han figurado en numerosas exposiciones individuales y otras tantas colectivas. Sin faltar obras murales de grandes dimensiones como las dos realizadas para la Universidad Laboral de Almería. Desde el I premio provincial de Almería en 1969, son muchos los galardones obtenidos, entre ellos: premio de la Exposición Universal de la Unicef en 1970, premio Rafael Zabaleta en 1971.

Excelente dibujante, ha ilustrado con sus delicados dibujos a línea numerosos libros de poesía. "Poemas" de Diego Fernández Collado (Málaga, 1971), "Cancioncillas para la guitarra..." de Angel Caffarena (Málaga, 1974), "Malola" de Domingo Nicolás (Almería, 1976), "Poemas" de Martín Torregrosa (Almería, 1988), "Hora Nona" de Victoria Cuenca (2002). Así como sus propios libros de versos "Sueños" (1987) y "Ensueños" (2000) así como "El Niño y el Caracol" en Cuentos desde el sur, Unicef, (1990).

Recientemente , publico la obra "Lucrecia", donde hace un retrato de toda una vida, comprendiendo el paso de la infancia a la madurez y las vivencias en distintos escenarios pero sobre todo Almería.

Ayer a las 17 horas recibió cristiana sepultura en el cementerio de Almería. Fue sepultada junto a los restos de su padre Jesús y su madre Trina. El mundo de la cultura llora la perdida de una mujer que no tuvo reparos en decir las cosas a la cara. Era divertida, amena, siempre tenia historias para contar y sobre todo fue una mujer que amaba el arte, ese mismo arte que aprendió de su padre, al que adoraba.

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