El Festival Alamar trae los sonidos de los grupos Boudanga y Mëstiza hasta Almería

Con la colaboración de la delegación territorial de Turismo, Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, Alamar, el festival de las músicas del mundo que organiza el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, arrancó el jueves en la Alcazaba, junto a la Torre de la Vela, la edición de este 2023 con el primero de los tres conciertos programados para la edición de este año. La cita era con la energía y fuerza del ritmo de la música gnawa de Boudanga (Amazigh Gnawa Fusión), herederos absolutos de nombres propios fundamentales para la música argelina y marroquí, como Amazigh Kateb y Gnawa Diffusion, artista y bandas históricas desde 1992 hasta nuestros días.

El público comenzó rendido desde el inicio ya que a modo de flautista de Hamelin, el grupo comenzó la actuación con uno de sus músicos entrando desde el final de las sillas habilitadas hasta llegar al escenario donde desplegaron su música, equilibrio entre la pureza original de los cantos espirituales islámicos africanos que profesan, pero también con un sentido contemporáneo en la concreción de canciones muy efectistas.

En su ejecución, llamaba mucho la atención tanto la sonoridad y vistosidad de las denominadas qaraqabo o krabebs, una modalidad de castañuelas de hierro, los tambores tbel o, sobre todo, el bajo de tres cuerdas que sustenta el peso rítmico de las canciones y que se le conoce de forma originaria con el nombre de gimbri. El reggae, el roots o el chaabi, especialmente por la sonoridad de violín y equivalentes de laúd y mandolina.

Por otra parte, el viernes, los sonidos flamencos se enlazaron con la música electrónica en la original propuesta de ‘Mëstiza’, las dos Djs que pusieron a bailar a los almerienses en la Plaza de la Constitución, en el marco del Festival Alamar.

‘Mëstiza es la unión de la música electrónica y la vuelta a los orígenes, basándose en una estética inspirada en la tradición y el folclore español. El objetivo es crear una nueva identidad que tenga como referencia la marca, España así como ha sucedido con la fusión entre ritmos africanos, arábigos y latinos con sonidos electrónicos. Tras más de 10 años pinchando por separado, estas dos djs y productoras españolas decidieron unir fuerzas para ahondar en sus raíces.

Plantadas delante del set de mezclas, vestidas con un traje cordobés, y un fondo de pantalla que evocaba el imaginario del sonido, han dado rienda suelta a sus pasiones en la electrónica, salpicada con la raíz flamenca, una alegoría muy bien mezclada, que iba subiendo de ritmo, para deleite del entregado público.

Sobre el escenario Mëstiza realiza un acercamiento desde otra perspectiva a artistas de raíz como Lola Flores, Camarón y Lole y Manuel. Una sorprendente fusión del flamenco y la electrónica, tradición y modernidad, que triunfó anoche en un festival que busca la raíz, sin olvidar la creatividad. Con un mensaje vitalista y feminista, mucho ritmo y una original estética, Mëstiza brilló en una Plaza de la Constitución con ganas de divertirse con la propuesta emocional, arriesgada y perfectamente ejecutada que triunfa en las principales pistas de baile.