La Escuela de Baile y Grupo de Coros y Danzas La Traiña con motivo de la ofrenda a la Virgen del Carmen celebra hoy lunes a las 21:00 horas en el Auditorio Maestro Padilla de Almería el XXXI Festival de Flamenco y Folclore.

Los alumnos de la escuela pondrán en escena una muestra del arte y folclore de Almería, que ha sido rescatado por el grupo para que las generaciones venideras conozcan el arte y las emociones que transmite la música.

Este año, la representación está dedicada a la figura de la madre. "Tratamos de rendir un homenaje a la figura de quienes han unido siempre a las familias, de quienes han sido la guía de todos y de quienes nos han ofrecido siempre su apoyo en los momentos en que más lo hemos necesitado. Entendemos que ante la época de dificultades económicas que nos ha tocado vivir, ha llegado la hora de rendir un homenaje a quien más lo merece" explica Ricardo Sierra, director de la Escuela de Baile y del grupo de Coros y Danzas La Traiña.

Fue en 1982, cuando nace el Grupo de Coros y Danzas La Traiña. Comienza su andadura en un barrio de pescadores y artesanos, a los pies de la Alcazaba.

En este paraje especial y de una belleza tan singular, llevan a cabo su sueño un grupo de personas entregadas a la música, al baile, al cante y al folclore popular: Ricardo Sierra, María del Carmen Expósito, Albertina Sierra y Antonio Molina Pérez. Su idea encuentra pronto acogida en las gentes humildes y generosas, que conocedoras de la riqueza cultural, de una ciudad que fue siempre crisol de civilizaciones, participan de la recuperación de bailes y cantes populares tradicionales.

La semilla estaba echada y, animados por el éxito obtenido, inician un periodo de creación de producciones propias que encuentran rápidamente acogida por todos, erigiéndose en el Grupo de Baile más representativo de la cultura almeriense.

Ahora treinta y un años después, han sido muchas las generaciones de jóvenes que han participado y se han formado en este grupo. Jóvenes que son la mejor representación de un trabajo bien hecho, que para unos ha sido el inicio de una vida profesional plena, para otros ha sido una experiencia que recuerdan con cariño y para todos, ha sido sin discusión, una oportunidad de enriquecimiento cultural.

Una vez más, la música, el baile y el folclore en sus distintas formas ha servido para unir a las gentes, para transmitir esos valores humanos que distinguen siempre a los pueblos cultos y orgullosos de poseer una vasta riqueza cultural y humana.