Cultura

García Lara: "Valente siempre fue una persona simpática y coqueta"

  • El profesor almeriense que fue muy amigo del poeta gallego ofreció el jueves una charla en Diputación, iniciando el ciclo de conferencias que organiza el IEA

El profesor Fernando García Lara inició el viernes en Diputación el ciclo de conferencias en torno a José Ángel Valente que organiza el Instituto de Estudios Almerienses. Arropado por Miguel Naveros, director del IEA y por los coordinadores de la actividad, José Andújar y Antonio Lafarque, este profesor almeriense que ejerce en la Universidad de Sevilla hizo un repaso a sus vivencias junto a Valente.

García Lara que fue el mejor amigo que tuvo Valente en Almería recordó que "conocí personalmente a Valente una tarde de los últimos días de verano de 1984 en la Isleta del Moro. Yo estaba con unos amigos y él iba con su esposa Coral y José Guirao acompañado de su esposa Reme. Aquella tarde hablamos mucho de muchas cosas, pero sobre todo de poesía y congeniamos muy bien".

El profesor de la Universidad Antonio de Olavide de Sevilla también puso de manifiesto que "desde aquel día mantuvimos muchas conversaciones por teléfono y en persona, hasta convertirse para mí en una costumbre y pronto en una necesidad. Simpatizamos y congeniamos. Valente era muy simpático. Valente estaba en Almería en esas fechas porque pretendía definitivamente instalarse aquí. La decisión era buscar la luz solar y primeramente lo intentó en Lisboa, luego quiso vivir en Málaga. Es entonces cuando su amigo Juan Goytisolo le pone en contacto con Pepe Guirao, entonces diputado de Cultura de Almería".

"Valente siempre comentaba con respecto a la que casa que luego habitó en el casco histórico de Almería que no sabía muy bien si él había elegido la casa o la casa lo había elegido a él. La casa estaba bastante deteriorada, por lo que tuvo que ser restaurada, siendo el arquitecto Ramón de Torres", comentó Lara que también dio a conocer que Valente ya había estado en Almería en el verano de 1970, en unas vacaciones familiares junto a su mujer y sus tres hijos.

"La instalación de Valente en el centro de la Ciudad, junto a la Almedina tuvo efectos codiciosos en la vida del poeta. Por una parte se disparó su imaginación y comenzó a recrear poéticamente una urbe que era la que podía divisar desde el terrao de su casa. Valente era muy coqueto y eso se podría comprobar en su trato con las monjas de Las Puras, que estaban a pocos metros de su casa"

También hizo referencia el profesor García Lara a las amistades de Valente en Almería. "Tenía perfectamente distribuidos los distintos sectores con los que se relacionaba. Valente circuló de las cabañas a los palacios, lo que le permitió conocer pronto y profundamente una ciudad y unas gentes sobre las que se pronunció, asegurando que era gente buen individualmente pero cuya resignación tenía un mal funcionamiento colectivo".

Entre los lugares preferidos de Valente siempre estuvieron La Chanca y los lugares desérticos de Cabo de Gata y Tabernas. "Valente visitó muchas veces el barrio de La Chanca. Con respecto al desierto almeriense, Valente tuvo la fortuna de contar muy pronto con Hermelindo Castro, otro gallego que le proporcionó muchos datos sobre este paisaje", dijo Lara.

"Cuando Valente se instala en Almería arrastra un rico bagaje creativo y algún contratiempo existencial. En 1985 estábamos ante un poeta en su plenitud con una importante obra en marcha, reconocidas en muy diversos ambientes. Su labor ensayística creció mucho más que su producción poética en esos años".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios