Con un nivel de asistencia muy notable y con la presencia estelar del creador de Anceo y Gumí, el maestro del tebeo valenciano Alberto Marcet -nacido en Barcelona en 1931-, que se convirtió en el referente obligado de todos los asistentes, se han celebrado en la ciudad las XIV Jornadas Internacionales del Cómic en Almería.

Marcet ofreció una apasionante charla en la clausura de las Jornadas. En ella desmenuzó los más importantes jalones de su larga trayectoria de 51 años al servicio de la creación de historietas, a lo largo de diversas editoriales como Valenciana, donde se inició en 1955 a través de la célebre colección bélica Comandos, o en los semanarios Selecciones de Jaimito y Jaimito hasta su paso por el estudio del gran maestro Manuel Gago como su ayudante y entintador favorito a lo largo de un lustro en colecciones como Piel de Lobo, El Aguilucho, y sobre todo El Guerrero del Antifaz; hasta sus creaciones más personales.

Y buscar salida a su labor en mercados exteriores como Francia -para la que hizo decenas de números de la famosa colección de la selva, Kalar-, Alemania, con sus colaboraciones en la célebre editorial Bastei con una versión muy notable del personaje norteamericano El Hombre Enmascarado y Portugal para la que creó una serie sobre Tarzán que sería muy digna de ser recuperada.

Antes había actuado exponiendo su personal trayectoria, como dibujante en los años 50 y 60 en el semanario Jaimito, y como humorista gráfico de José María Varona -alias Ché-, que no dejó, como Marcet, de hacer dibujos y más dibujos a los aficionados jóvenes, y no tanto, asistentes a esta XIV edición de las Jornadas .

A pesar de la crisis, se ha editado un nuevo número de Tebeolandia -Especial lo clásico vs lo moderno-, del que se distribuyeron, a un precio simbólico de 2 euros hasta 50 ejemplares.

De éxito extraordinario cabe de calificar la proyección sobre la vida como creador de dibujos animados de Josep Escobar, en los primeros años 40, antes de lograr la popularidad con Zipi y Zape o Carpanta, como figura del semanario Pulgarcito.

El mercadillo, las exposiciones y las sesiones de firmas, fueron los puntos más sobresalientes de una edición de las Jornadas del Cómic de Almería marcada por la continuidad.