El Gremio de Libreros de Almería ha premiado una serie de obras que fueron editadas en el año 2016. El Jurado del Gremio de Libreros de Almería ha estado compuesto por las librerías Nobel, Picasso, Metáfora, Nobel-Vera y Bibabuk.

El Premio Argaria en el área no ficción, Ensayo, Arte, Historia y Tradiciones Almerienses ha recaído en la obra Almería. Guía sentimental de una ciudad, de Eduardo del Pino Vicente.

Del Pino ha realizado una gran labor de investigación y recopilación de la historia de la vida cotidiana, dándoles el protagonismo a los hombres y mujeres anónimos de cualquier barrio y así reconocerles el papel de verdaderos artífices y motor de una cultura.

Entre las obras finalistas han estado Accidente nuclear de Palomares, editado por la editorial Arráez de José Herrera y el libro del IEA, Cuando Almería era Almeriya. Mil años en la historia de un reino. El Gremio destaca una vez más el trabajo esmerado y riguroso de Enrique Fernández Bolea en su último trabajo Tiempos de plata y plomo.

El premio Argaria en Narrativa ha sido para La tumba del nadador, de Juan Pardo Vidal, el quinto libro de Cuadernos Metáfora, un proyecto editorial de la librería Metáfora de Roquetas de Mar.

Juan Pardo Vidal, uno de los autores más reconocidos de la provincia, ha reunido en este libro once relatos.

En el primero y más extenso, que da nombre al libro, novela corta escrita en futuro, en la que el autor arriesga y arrastra al lector a sumergirse en un hipnótico juego introspectivo y temporal. Porque «Jesús no sabe qué va a pasar, ni cómo se va a llamar el maldito gato que ha encontrado dentro de su buzón, yo sí que lo sé, porque yo soy el autor y soy la leche, en esta historia soy el gran camello, el que distribuye el destino de los personajes», nos advierte el autor durante el relato.

En narrativa estuvieron como finalistas las obras Entre Malvados, de Miguel Ángel Muñoz, editado por editorial Páginas de Espuma y Los últimos recuerdos del reloj de arena, de Fernando Martínez, editado por Premium.

El Premio Argaria en poesía es para 119 poemas sin futuro, de Pedro Soler Valero, editado por Espacio Lector Nobel. Otra Librería convertida en editorial y que ya ha editado los libros de autores como Juan Fernández, José Antonio Olmedo y Mar Verdejo.

Esta edición incluye efectivamente 119 poemas seleccionados por Pedro Soler Valero, el polifacético artista de Sorbas y que además incluye alguna ilustración de este gran pintor, ceramista, escultor y músico.

Unos textos intensos, sinceros y duros sobre la vida, el amor, la muerte, el desierto. Compuesto con textos, a ratos modernos y a ratos declarados tributos a los clásicos.

Entre las obras finalistas en poesía estuvieron Blanco roto de Aníbal García, editado por Raspabook y Que todo parezca de Antonio Carbonell, editado por Letras impar.

El Premio Argaria Infantil es para la obra Yago, de María Jesús Lorente y Antonio Lorente, editado por Meracovia. ilustración y literatura, para jóvenes y no tan jóvenes.

Yago decide saltar por su ventana después de llevar mucho tiempo planeando iniciar una aventura en tierras gallegas. No sabe dónde irá, pero su necesidad de ver nuevos paisajes y conocer otras personas hacen que continúe su viaje.

A lo largo del camino, Yago encontrará al Señor Pelayo, un pequeño zorro que le acompañará en todo momento. Después de haber caminado por el bosque, siguiendo la ruta del Camino de Santiago, consiguen llegar a la ciudad de Santiago de Compostela para iniciar su aventura.

Como finalistas estuvieron Hay un monstruo en la oscuridad, de María del Mar Saldaña, editado por Soldesol y Almería para niños, de Jesús Muñoz, editado por Círculo Rojo.