Historia y futuro en una ruta por los trenes y minas

Más de 50 personas participan en la cuarta de las visitas organizadas por la Asociación Amigos de la Alcazaba y Amigos del Ferrocarril, que comenzaron en el mes de febrero

Participantes en esta ruta con historia.
Participantes en esta ruta con historia. / Diario De Almería
Redacción

09 de junio 2018 - 02:32

Más de cincuenta personas de las asociaciones Amigos de la Alcazaba y Amigos del Ferrocarril realizaron la última de las cuatro rutas guiadas que vienen desarrollando con el título de 'Trenes y Minas' y que en este caso ha sido protagonizada por el patrimonio ferroviario del Almanzora. El ciclo concluye así con una ruta dedicada a la minería de Serón, recordando que hace 50 años se cerró Las Menas poniendo fin a un largo periodo de casi 150 años en el que la minería y el ferrocarril trajeron la modernidad y transformó la vida de los almerienses.

Está cuarta y última ruta de Trenes y Minas contó con la participación de destacados especialistas, como Antonio Aguilera, Francisco Sánchez, Mario López y el geógrafo Rodolfo Caparrós. Precisamente la ruta comenzó el simbólico lugar de la estación de ferrocarril de Serón. Una estación muy importante para la línea férrea del Almanzora y también para el transporte del mineral de hierro, pues aquí confluían los cables aéreos del Manzano y el Cortijuelo. Tenía almacén, aseos, cocheras y zona de carga. Actualmente los edificios están rehabilitados y en la estación se pudo visitar la exposición "Memoria de aire sólido. Hierro y piedra"

Visitaron de Lucainena a Aguamarga, los paisajes mineros del Levante y del Marquesado

Rodolfo Caparrós, uno de los coordinadores del proyecto 50 años de Las Menas que lleva a cabo el Ayuntamiento de Serón, transmitió el saluda del alcalde de Serón, Juan Antonio Lorenzo, y la felicitación a Amigos de la Alcazaba por esta iniciativa. Rodolfo Caparrós recordó que hace 50 años, en aquel revolucionario mayo del 68, cesó la vida minera en Las Menas y en toda Almería, concluyendo un periodo de modernidad insólito para aquellos almerienses que vivían aislados.

A continuación se recorrió casi 10 kilómetros del antiguo trazado del ferrocarril Guadix-Almendricos de 1894 y que hoy está convertido en la espléndida "Vía Verde del Almanzora. Tramo del Hierro", es un antiguo trazado en desuso del ferrocarril. A lo largo del recorrido, entre cultivos y con un maravilloso paisaje de Serón, su castillo e iglesia, y la Sierra de los Filabres, se visitaron tres antiguos cargaderos de mineral de hierro abandonados. El más importante era el Cargadero de los Cano, con capacidad para 40.000 toneladas, que recibía el mineral de Cabarga San Miguel a través de 7 kilómetros de cable. Los trenes se cargaban por gravedad y desde aquí llevaban el mineral al embarcadero de El Hornillo de Águilas.

Al llegar a Tíjola, dio la bienvenida a la comitiva el viejo depósito de agua y la estación, convertida hoy en bar-restaurante. El almuerzo se hizo en Tía Matilde, el bellísimo paraje de la Balsa de Cela, un manantial de aguas termales situado, conocido desde tiempos romanos, y que es lugar preferido de los habitantes de Tíjola.

La última etapa de la ruta fue la Cueva de la Paloma (Bayarque). Se encuentra en la espectacular Cerrá de Tíjola, un desfiladero formado por el río Bacares y a los pies de Tíjola la Vieja.

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