Ilan Wolff enseña cómo fotografiar el Castillo de Santa Ana con una lata
El fotógrafo israelí hizo ayer una clase practica de cómo operar con una cámara oscura El público asistió luego al revelado y positivado
El fotógrafo israelí Ilan Wolff, conocido internacionalmente por sus trabajos realizados con la antigua técnica de la cámara oscura, realizó ayer una demostración de su trabajo en las inmediaciones del Castillo de Santa Ana. Este genio que viaja en una furgoneta reunió a más de 50 personas que pudieron comprobar in situ como hacía su trabajo con una serie de latas que hacen de cámaras fotográficas.
Esta demostración abierta al público ofrecida ayer tomó el castillo de Santa Ana como objeto a fotografiar. De esta manera fue explicando el método de trabajo que le ha llevado a las ciudades más importantes del mundo. Su trabajo se basa simplemente en papel fotográfico y químicos junto con objetos transformados en cámaras estenopeicas, en el caso de ayer fueron latas, todas de las mismas dimensiones, que llevan un orificio por donde se capta la imagen.
Mientras realizada fotografías de la fachada principal del castillo así como de distintos torreones e incluso del grupo de personas que atendieron a su charla, Ilan Wolff fue contando algunas de las vicisitudes de su trabajo, como cuando fotografiando la Torre Eiffel, la policía francesa lo interceptó creyendo que podía ser un terrorista. Se las vio y deseo para poder convencerles que dentro de las latas no había explosivos y que las utilizaba a modo de cámaras fotográficas.
En otra ocasión también se encontraba haciendo una gran panorámica utilizando su furgoneta como cámara estenopeica y llegó un autobús cargado de japoneses y se puso justo en medio de la abertura que hacía como objetivo. Tuvo que parar de fotografiar y luego continuar cuando el autobús se marchó. A lo largo de 30 años, Ilan Wolf mantiene que jamás le robaron una lata, pero si le quitaron muchas veces el trípode que utiliza para colocar las latas.
Wolf explicaba ayer que a través de un pequeño orificio en la lata, penetraba la luz del exterior proyectándose en el papel que portaba la lata. Con este sistema se tomaron diferentes instantáneas del Castillo de Santa Ana. Posteriormente las imágenes captadas con las latas pasaron por un laboratorio improvisado en la zona alta del Castillo, donde el público vio como el fotógrafo realizaba el proceso de revelado de las instantáneas y en el paso de los negativos a positivos.
El público quedó fascinado comprobando que con unas simples latas y una depurada técnica, Ilan Wolff consigue unas instantáneas fascinantes. El fotógrafo anunció que para el mes de abril hará un taller en Cabo de Gata con la técnica de cámara oscura durante un fin de semana.
Para Ilan Wolf, la fotografía es su gran pasión y su vida. El uso de esta técnica por parte del fotógrafo parte de una filosofía particular: la de involucrar su entorno, la naturaleza, en el proceso de creación de la imagen, lo que le lleva a prescindir de la tecnología como elemento añadido en el proceso. Wolff usa cajas, latas, incluso pimientos rojos en los que introduce papel fotográfico. No sabe cuál puede ser el resultado final… ahí reside la magia. Pero nunca pierde el control.
Wolff vino por primera vez a Almería al Proyecto Imagina. El día que fue presentado por Manuel Falces, ya fallecido, fue toda una sorpresa porque aparcó su furgoneta cargada de latas a las puertas de la sede de lo que luego seria el Centro Andaluz de la Fotografía. Desde ese tiempo ha estado vinculado al CAF ofreciendo talleres de cámara oscura.
En el año 2008 comenzó a dar dos talleres, uno en el invierno para el CAF y otro para los Cursos de Verano de la Universidad de Almería. Así que volaba dos veces al año a Almería y se enamoró del paisaje de la tierra, aparte de que fue descubriendo sus gentes. Ese mismo año se instaló en el Pozo de los Frailes donde se instalaba en invierno, montando un laboratorio fascinante donde solo había latas. Desde entonces es un enamorado de Almería.
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