Cultura

Inocencio Arias: "El bipartidismo era injusto en ocasiones pero ahora a menudo hay que añorarlo"

  • Este albojense participa mañana jueves a las 20 horas en el Diario de los Libros en el salón de actos del Centro Cultural de Cajamar donde presenta su última obra ‘Con pajarita y sin tapujos’

Chencho Arias participa hoy en el Diario de los Libros en Almería.

Chencho Arias participa hoy en el Diario de los Libros en Almería. / @Asís G Agerbe 2019

Este ilustre almeriense participa mañana jueves en el Diario de los Libros donde presenta su obra Con pajarita y sin tapujos. Tendrá lugar a las 20 horas en el Salón de Actos del Centro Cultural de Cajamar (Casa de Las Mariposas).

-Sin quitarse la pajarita, no deja títere con cabeza en su nuevo libro. Imagino que tenía ganas de soltarlo todo.

-Dejo aún bastantes con cabeza pero estar jubilado, habiendo sido funcionario durante 42 años, te libera un disparate y puedes  denunciar las cosas que te parecen erróneas y, a veces, demenciales.

-Usted que ha vivido tanto y en tantos terrenos, cómo ve la situación actual que atraviesa este país.

-Regular. El progreso económico ha sido espectacular. También el político. Pero hay un nubarrón enorme, mayor que el paro y la corrupción. Me refiero al problema catalán. Es gordo y me temo, me gustaría equivocarme, que el Dr. Sánchez lo va a empeorar.

-Muchos españoles se quejan y mantienen con gallardía, que antes se vivía mejor. Con su experiencia qué le dice su conciencia.

-No estoy de acuerdo. Globalmente, los españoles viven mejor. Mucho mejor. La pobreza es escasa, desapareció el analfabetismo, el sistema sanitario es envidiable, las comunicaciones, con excepciones notables como Almería, son buenas, hay libertad de prensa, somos un estado de derecho, los españoles viajamos y hasta vamos a cruceros. El salto es brutal. Hay aún desigualdad, en ocasiones excesiva, pero la miseria pasó a mejor vida. Y la hemos conocido.

-Sin tapujos trata temas que están de total actualidad. Le preocupa tal y como se suceden los acontecimientos que se rompa la unidad de España.

-Mucho. He dedicado más de cuarenta años a defenderla y veo que el traje, cada año, se deshilacha. La creación de la autonomías fue aconsejable y beneficiosa pero al existir se han exagerado las peculiaridades de cada región y en los textos y en la narración de bastantes políticos, la idea de España ha salido del radar. Se exalta la comunidad y se olvida, a veces se vitupera, a España. Esto es penoso. 

-En 2020, considera que el principal escollo que tiene la política nacional se llama Cataluña.

-Ciertamente, porque allí el victimismo -esa estupidez de que España les roba o que los asfixia culturalmente- se ha extendido. Igual ocurre con la idea supremacista, esa de que son diferentes porque son mejores: Recuerde usted las palabras absurdas y humillantes que escribió Pujol sobre los andaluces, ¿soy yo, un médico de Granada o un bombero de Sevilla más desarticulado que un diplomático, un médico o un bombero de Gerona, Lérida o Mataró?. La idea es ridícula pero ha cundido.

-Usted comenzó como diplomático hace más de 50 años. Ha vivido momentos y situaciones muy variopintas. ¿Cómo valoraría a los presidentes del país con los que trabajó?

-Si se refiere a los españoles, tengo buenos recuerdos de los cuatro primeros, el carisma y la determinación de Suárez, la formalidad y cultura de Calvo Sotelo, el prestigio de estadista de González, el mantenimiento de la palabra de Aznar lo que, el cumplir la palabra dada,  era apreciado fuera. No trabajé con Zapatero aunque no me importa decir que en política exterior era un poco pardillo. No por ser un ignorante, aunque no era nada culto, tampoco era analfabeto, sino porque no le gustaba, se encontraba incómodo en el exterior y, además, le embargaba el adanismo, eso de “vamos a hacer algo que nadie haya hecho nunca”. 

-Es cierto que el poder suele cambiar a las personas, o ya las personas vienen a este mundo predestinadas para ostentar cierto poder.

-Las cambia de muchas formas. Una que puede acentuar sus virtudes o sus defectos, en estos últimos el arrogante o el que tiene un enorme ego lo muestra más ostensiblemente. No estoy de acuerdo en generalizar lo de la predestinación. Hay políticos que estaban llamados a mandar, Churchill o De Gaulle pero también otros que nadie presentía y resultaron unos gobernantes templados y sensatos.

-Fueron muchos años de bipartidisimo. Ahora la cosa ha cambiado con la presencia de otras fuerzas políticas. Esta situación mejora de cara al electorado o hará que en muchas ocasiones se formen pactos extraños.

-El bipartidismo era injusto en ocasiones pero ahora a menudo hay que añorarlo. Pensemos en la situación actual. Tenemos un presidente, nada menos que del partido Socialista (es decir, solidario) obrero, Español (en teoría, vertebrador de España) que está en el poder con el apoyo de herederos del terrorismo y de formaciones que proclaman en público que quieren romper España mañana por la mañana. !Romper España!.  Con esto traga el dirigente del PSOE. Es inconcebible y no entiendo como los antiguos pesos pesados del partido, empezando por Felipe González, permanecen callados. Es claro que no les gusta lo que está ocurriendo, ¿Entonces por qué se callan en un tema tan grave?

-El fútbol es su gran pasión y siempre lo ha demostrado. ¿Cómo lo vive ahora cuando le faltan meses para los 80?

-Yendo al campo los domingos y en la tele. La pasión se ha apagado un poco pero sigue ahí. No entiendo, por ejemplo,  como el Real Madrid no tiene un goleador pero no me irrito, como me ocurría antes, con cosas así.

-¿Cual ha sido el ídolo de masas del fútbol mundial para usted?

-Para mí Di Stéfano, con diferencia. Nadie me ha hecho disfrutar en un espectáculo como él. Ni Maradona, ni Cruyff, eran excepcionales pero no tan completos. Actualmente, Messi o Ronaldo mueven a más gente pero no es solo por su excepcionalidad, que evidentemente tienen, sino por el impacto de la televisión.

-Ha tenido presencia en el cine. No se si de joven quiso ser actor, pero lo hace muy bien. ¿Es una profesión que le hubiera gustado ejercer más?

-Sí, sí, me encanta pero aunque he participado en trece películas no creo que mis dotes de actor sean nada del otro mundo. Ahora bien, me debo a mi público y cuando un director me llama acudo dócilmente.

-Almería es su tierra, Albox, su lugar de origen y Vélez Blanco su lugar de vida. ¿Viene todo lo que quisiera a sus raíces?

-Mucho, todo lo que puedo. Ahora bien, no olvidemos que vivo a cinco horas y media. Si Almería estuviera a doscientos kilómetros de Madrid yo iría dos o tres veces al mes. Todos los domingos que no jugara el Madrid en casa, por ejemplo.

-El mundo de la comunicación también vive un momento de cambios. ¿Como ve el futuro de la prensa escrita?

-Mediocre. Ha caído brutalmente y es posible que no haya tocado fondo, sobre todo la impresa. Los jóvenes no leen un periódico ni aunque se lo dieras a 25 céntimos.

-¿Hay algo de lo que se arrepienta en esta vida, Chencho?

-Seguro que sí pero me da corte buscar el qué. Seguro que hay más de una cosa, no tantas pero más de una.

-Y finalmente, como sabemos que no para. ¿Qué está escribiendo ahora?

-Estoy reuniendo material, tengo mucho, miles de recortes y libros, para hacer algo sobre el cine, Hollywood, los mitos, las cifras que mueve, etc.. pero no estoy seguro que interese a mi editorial con la que me va bien.

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