Javier Krahe cerró ayer el Ciclo Encuentro con el autor que organiza la Fundación Cajamar. El cantautor que lleva más de 30 años dedicado a la  música centró su intervención en su faceta como autor de canciones, más que como cantautor. La charla se basó en una vieja canción compuesta por Krahe, dando detalles y las claves de cómo fue componiéndola. La canción en cuestión era Sábanas de seda donde Krahe se dirige al amante de su mujer. “Cuando hice esa canción me puse a escribir lo que iba pensando y buscando, y todavía lo tengo escritohoy”. “En la canción siempreme interesó el proceso de su escritura, en realidad, los hechos que sucedían me interesaban, pero menos. La mayoría de mis canciones son sentimentales y románticas, hay de amor y desamor. El proceso de creación de esa canción fue muy raro, tengo que reconocerlo. Al oyente le interesa lo que le estás contando, la música es otra cosa”, confesaba ayer Krahe. Este hombre queamalamúsica de Brassens y Cohen aseguraba ante el público que “me siento más autor que cantautor en la teoría, pero en la práctica llevo más de 33 años subiéndome a lo escenarios, y me siento bien como cantautor porque además vivo de ello.Mi lado flaco es lamúsica donde tengo muy pocos recursos, yo no soy músico lo que pasa es que tengo facilidad parainventarme melodías y bueno me las invento”. Krahe es de los pocos artistas españoles que lleva toda su vida con los mismos músicos. “Nos conocemosa la perfección y con una simple mirada saben lo que quiero. Incluso de espaldas, ya saben lo que quiero decirles. Medan mucha estabilidad, y más que músicos son amigos míos, muy amigos míos. Con algunos llevo más de treinta años, como es el caso del contrabajista. Me llena de satisfacción disfrutar de su compañía, porque ellos quieren

tocar conmigo y yo con ellos”. El cantautor siempre será recordado por la Mandrágora, disco grabado hace 31 años con Joaquín Sabina y Alberto Pérez. “Es un disco importante en mi vida, fue un momento gozoso, que duro tres años para mi. Fueron tres años muy divertidos, lo pasamos muy bien, y sin embargo, está en el pasado”. Krahe recuerda que “estábamos todos los días de viaje, de juerga y sobre el escenario. Fueron años increíbles. Alberto Pérez era abstemio y vegetariano, con lo cual era muy distinto a nosotros. La juerga se vivía entre Joaquín y yo”. También tiene claro este hombre de barba cerrada y canosa que “ahora canto mucho mejor que hace 30 años. Cantaba muy mal entonces, si me pusiera ahora estoy seguro que suenan muchomejor”.Krahe antes deempezar en la música llegó a dejarlo todo en España para irse a Canadá por amor. “Sigo con mi mujer, con la misma. Estoy con ella desde que tenía 23 años. Además, elegí muy bien, porque está estupenda y con 67 años está muy guapa. Todavía hay cretinos que pretenden ligársela, claro que ella siempre dice que no”. Krahe ahora mira hacia el futuro. “No me voy a jubilar ni retirar de la música, de momento”. Ahora está preparando un disco que grabará próximamente con once temas nuevos. “Sigo tocando el amor, el desamor, las situaciones cotidianas de la vida y hay algúntema que puede suscitar cierta tristeza. Hay una canción titulad Tombuctú, donde hablo de la separación de una pareja”. Krahe apunta que “sigo teniendo unos fans muy fieles que me siguen en los garitos. “A veces hago teatros, pero donde mejor funciono es en los garitos” sostieneeste artista de larga experiencia.