Javier Sierra: "La cultura se ha revelado como un bien de primera necesidad en este confinamiento".

El autor de ‘El mensaje de Pandora’ participa a las 20 horas en el Diario de los Libros en la Plaza Vieja’

Javier Sierra regresa hoy a Almería para presentar su último libro ‘El mensaje de Pandora’.
Javier Sierra regresa hoy a Almería para presentar su último libro ‘El mensaje de Pandora’.
Diego Martínez

13 de julio 2020 - 22:32

Premio Planeta de novela 2017 por El fuego invisible, es el único escritor español en el Top Ten de la lista de los más vendidos de Estados Unidos, elaborada por The New York Times. El escritor participa hoy a las 20 horas en Diario de los Libros que organiza Diario de Almería. Este acto donde presentará su última obra El mensaje de Pandora, tendrá lugar en la Plaza Vieja.

-El año 2020 será inolvidable. ¿Usted cómo ha vivido este periodo de confinamiento?

-La declaración del estado de alarma fue todo un golpe para mí. De pronto se nos obligó a encerrarnos en nuestros hogares ante un peligro invisible pero muy real que parecía salido de una película de ciencia-ficción. Mi agenda saltó por los aires. Un viaje a Bulgaria, conferencias en varias universidades, investigaciones en marcha. Todo desapareció de la noche a la mañana. No se nos había preparado para algo así. Podíamos imaginar mil y un escenarios apocalípticos, desde una guerra nuclear a una catástrofe climática, pero una pandemia nos parecía algo de otro tiempo o, aún peor, de otras latitudes. Yo, la verdad, lo viví como un bofetón de realidad: aquello era una lección en toda regla. La naturaleza y el tiempo estaban diciéndonos que no éramos sus dueños sino solo una de sus partes, tan frágil y expuesta como cualquier otra.

-¿Cómo surge entonces la idea de escribir El Mensaje de Pandora? Además, creo que lo ha escrito en tiempo récord.

-Cuando no entendemos algo, los escritores lo escribimos. Es nuestra manera de poner orden al caos de la vida, de las ideas, y el único método eficaz de comprender lo que nos sucede. De repente la pandemia necesitó ordenarse en mi cabeza, ocupar su sitio, y decidí hacerlo reflejando su silueta en los espejos de la historia, la ciencia y la mitología. Lo hice de un modo febril, como cuando Conan Doyle redactó su primera novela de Sherlock Holmes, “Estudio en escarlata”, en solo quince días. ¡Me quemaba la historia! Había descubierto cuán influyentes han sido episodios parecidos a este en nuestra historia y supe que debía de compartir mis hallazgos de un modo directo, ameno y fascinante… cuanto antes. La Editorial, que estaba también confinada, lo leyó, se asombró y salió de su letargo con una fuerza tan inusitada como la mía. Esa reacción en cadena ha logrado que “Pandora” esté en las librerías en tiempo récord.

-¿Sentía la necesidad en un periodo de encierro, viendo la situación sanitaria de España, de escribir?

-¿Y qué otra cosa puede hacer un escritor? Verá: los encierros no son algo ajeno para los que nos dedicamos a esto. A menudo necesitamos romper amarras con el mundo para poder crear los nuestros. Pero éste, como le he dicho, ha sido singular: no éramos los escritores los que nos confinábamos… ¡era todo el planeta! Nuestra generación nunca había vivido algo así. Y nuestros abuelos y libros escolares fallaron al no contarnos que estas cosas sucedían, como ocurrió en 1918 con la mal llamada “gripe española” que obligó a medidas parecidas durante dos años a países de los cinco continentes.

-En muchos de sus libros ha dedicado mucho tiempo a la documentación y luego a escribirlos. En este caso, lo plasmado en esta obra se puede decir que casi surgió de forma espontánea.

-En realidad, llevo muchos años interesado por el origen de la vida y de las antiguas civilizaciones; tampoco me son ajenos los textos y creencias sobre el fin del mundo que elaboraron varias de sus culturas. Todos esos son elementos sobe los que se levanta “Pandora”. Lo que pasó fue que la pandemia me hizo ver de repente que muchos de esos misterios podían estar vinculados a otras crisis sanitarias colectivas… Y al empezar a atar cabos comprendí que tenía entre las manos material para escribir un libro importante. Uno que daría perspectiva al lector sobre lo que estamos viviendo. Y también esperanza… porque la hay.

-Este libro es una carta. Para usted las cartas que cada vez están más en desuso es un género que le fascina.

-Antes de que internet llegara a nuestras vidas recurríamos a las cartas para comunicar cosas importantes. Meditábamos, a veces durante días, qué decirle a nuestro destinatario y cómo hacerlo. Y el resultado solía ser un texto directo e intenso. Con la irrupción del correo electrónico cambiamos de hábitos. Dejamos de redactar esas cartas para elaborar mensajes sobre lo urgente, que no sobre lo importante. Por eso decidí recuperar el género… por otra parte tan literario. Algunas de las mejores novelas de la historia son cartas. Como “Drácula”, de Bram Stoker, por ejemplo.

-En la novela no podía faltar el misterio, algo clave en muchas de sus obras.

-La vida es un misterio! Y los virus forman parte de él. Piense durante un momento que, todavía hoy, los virólogos no saben si clasificar a su objeto de estudio entre lo biológico o lo inerte. Los virus solo “viven” cuando invaden otras células y las “hackean”. Antes son… otra cosa. Y ese misterio es solo uno de los muchos que pueblan ese mundo infinitamente pequeño que convive con nosotros y del que sabemos realmente muy poco.

-Después de la situación que ha vivido el país, ¿Cómo ve el futuro usted, un escritor de prestigio, por ejemplo, en el mundo de la cultura?

-Estamos ante un momento de cambio mundial, no solo nacional. Piénselo: la cultura se ha revelado como un bien de primera necesidad en este confinamiento. La lectura, la música, el cine… han sido nuestras anclas para no perder la cordura. Y a muchos creadores les ha servido para darse cuenta del inmenso valor social de su trabajo y es ha animado a poner en marcha proyectos con un sentido que va mucho más allá del mero entretenimiento. Yo creo que vendrán buenos tiempos para lo creativo y veremos obras maestras “plantadas” en este tiempo… Pero a la vez veo también muy necesario que se reforme la actitud de los gobiernos hacia la cultura. Es obligatorio protegerla, defenderla con determinación de la “peste” de la piratería; garantizar un tratamiento fiscal más justo para los creativos que ahora declaran sus ingresos como si fueran periódicos, cuando nunca lo son; o establecer mecanismos para una jubilación digna en ese sector, que hoy parece no incumbir a ningún Gobierno.

-Al mal tiempo, buena cara dice el refrán. ¿De qué manera esta pandemia ha cambiado nuestras vidas?

-Le daré solo una pista: nos ha hecho más humanos. Hemos convivido más con nuestros hijos, con nuestras parejas. Hemos hablado más. Nos hemos preocupado más que nunca por nuestros mayores. Hemos suplido la falta de contacto físico con nuestros amigos con ingenio, recurriendo a una tecnología que infrautilizábamos, y hemos disfrutado de conversaciones menos banales. También hemos leído más y pensado más que nunca. Y, seguramente, el recuerdo de estos momentos nos hará tomar mejores decisiones en un futuro próximo.

-Pasarán los años y lo vivido no se olvidará. ¿Qué le gustaría que quedara de aprendizaje en la sociedad?

-Que la humanidad siempre sale adelante. Venimos haciéndolo ininterrumpidamente desde el Neolítico, cuando inventamos la ganadería y nuestra convivencia con animales nos trajo las primeras pandemias.

-Imagino que antes de la llegada del coronavirus tenía otras previsiones. ¿En que está ahora trabajando? ¿Qué libro quiere lanzar en el futuro?

-Todavía es pronto para responder a eso. Si algo he aprendido de esta crisis es que el escritor debe estar atento a lo que sucede a su alrededor. Su misión es detectar qué necesitamos como lectores y proveerlos de relatos que les hagan, que nos hagan, ser mejores.

-Ganar el Premio Planeta hoy día da dinero y fama. En su caso antes de ganarlo ya tenía fama. ¿Le ha cambiado mucho la vida este prestigioso premio?

-Me ha dado reconocimiento. El Planeta no es un premio literario más, es el galardón que define las últimas seis décadas de la literatura española que es, como sabe, una de las más fértiles y hermosas del mundo.

-Almería es un lugar que siempre lo ha acogido con los brazos abiertos. Viene a presentar ‘El mensaje de Pandora’. Esta tierra sé que le gusta y la lleva en su corazón. ¿Le gustaría venir más de lo que lo hace?

-¡Pues claro! Le diré algo: me gustan las “tierras de frontera”, esas que permiten el paso de un mundo a otro. Almería tiene todas las características de un lugar así. Su rica prehistoria, su geología alucinante –acabo de visitar la geoda de Pulpí-, su conexión con un mar tan rico en relatos como el de Alborán… Todo en este lugar me resulta evocador.

-Diario de Almería ha hecho una apuesta por la literatura con Diario de los Libros. ¿Qué piensa hoy en día que un periódico haga una apuesta de este nivel en favor de los escritores y los libros?

-Periódicos y literatura son un binomio que nació en el siglo XIX. Autores como Dickens, Delibes o García Márquez nacieron a la sombra de las rotativas. Que esa “historia de amor” perdure y un periódico como éste la alimente sirviendo de puente entre un contador de historias y quienes las leen, es un acto sublime que está en el mismísimo ADN de la prensa.

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