Cultura

Jesús Ponce cumple su sueño de rodar la película 'Todo saldrá bien'

  • La cinta se rodó el año pasado durante varias semanas en una zona del núcleo de Purchena

El cineasta Jesús Ponce ha conseguido rodar, doce años después de escribirla, Todo saldrá bien, una película que habla de asuntos tan crudos y de tanta actualidad que le producen una pena inmensa a su autor. "Seguimos en el mismo sitio que entonces", se lamenta el realizador.

Una madre terminal de la que sólo se oyen los sollozos; dos hermanas separadas por la vida que se reúnen para acompañarla en el último momento, el abismo de perder el trabajo al tiempo que la subvención de Dependencia, y la desazón de los médicos, en este caso, de pueblo, por no poder atender a sus pacientes como les gustaría, están en la película.

Y también el rencor, y el alcohol con el que se sobrelleva la soledad y la pena en un pueblo aislado en la Andalucía profunda, y la complicidad de la infancia de dos hermanas, y las risas que surgen a pesar del drama.

"Cuando escribí el guión, en los ratos libres del rodaje de 15 días contigo (2004), todo el mundo me decía que trataba temas de gran actualidad y que tenía que rodarla pronto. He tardado doce años en sacarla adelante y lo más triste es que hoy siguen siendo de actualidad, no cambian los factores negativos", explica el cineasta sevillano, director de la cinta.

Con aquel primer largometraje, que ya trataba sobre la vida socialmente incómoda de los sin techo y que supuso a su protagonista, Isabel Ampudia, su primera nominación a los Goya, Ponce ya dejaba clara una declaración de intenciones: no le interesaban las historias ni dulces, ni fáciles.

"Todo saldrá bien es "un drama social, pero a ratos es un thriller, porque no dejan de pasar cosas, pero con mucho suspense, porque no sabemos qué va a pasar a continuación", señala el director, muy consciente de que el punto fuerte de la cinta es el modo en que sus actrices defienden un guión tan de mujeres.

Isabel Ampudia, que repite con Ponce, es Isabel, la hermana que escapó del pueblo, dejando a la pequeña Mercedes (Mercedes Hoyos) a cargo de los padres ancianos; con ellas, Víctor Clavijo, Darío Paso y Juan Carlos Sánchez, en pequeños papeles, y como figurantes, los vecinos de Purchena (Almería) y Cabra (Córdoba) donde se rodó la película.

El realizador, que en estos años ha seguido trabajando para la televisión, ha tenido que hacer sólo pequeños cambios para poner al día el guión: incluir teléfonos móviles y teles de plasma y, de paso, imágenes de la manifestación que todos los jueves realizan los afectados por las preferentes en la madrileña calle de Gran Vía.

A pesar del peso de los diálogos, la película "no es teatral" en opinión de Ponce, que la sitúa, "sin comparar", cerca de cintas como Furtivos (José Luis Borau, 1975) o Repulsión (Roman Polanski, 1965), con su punto "claustrofóbico". La película, que, ha captado el interés de Canal Sur, se estrena este viernes en diez ciudades españolas.

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