José Salcedo, el gran productor de cine que se enamoró de Almería

A sus 85 años recuerda sus inicios como actor en el cine, aunque luego estuvo en diferentes departamentos de producción, habiendo rodado unas 150 películas de las que 29 grabó en Almería

José Salcedo hace unos días en la playa de El Zapillo, donde tiene un piso que se compró en 1984.
José Salcedo hace unos días en la playa de El Zapillo, donde tiene un piso que se compró en 1984. / Diego Martínez
Diego Martínez

04 de septiembre 2022 - 09:20

A sus 85 años, José Salcedo Salmerón ha trabajado en diferentes departamentos de producción incluida la dirección. En su haber cuenta con más de 150 películas, de las cuales 29 se rodaron en Almería. Salcedo nació en Úbeda (Jaén) el 14 de agosto de 1937. Ahora ya jubilado vive entre Madrid y Almería, donde disfruta de la playa y de sus amigos.

En los años de postguerra, José pudo llegar a estudiar en su pueblo. Su padre tenía un puesto de frutas y verduras en el Mercado de Úbeda donde sacaba el sustento para dar de comer a su familia. En ese momento estaban Manuel, el mayor y José. Luego llegaría su única hermana Luisa. José estudiaba en su pueblo en un colegio y curiosamente su padre le pagaba al colegio la matricula mensual en tomates, pimientos y pepinos.

Salcedo estudió hasta 4º de Bachillerato y decide marcharse a Madrid. Tenía 13 años y se va a la capital de España a vivir con su abuela materna. “Con ella estuve hasta que falleció. Precisamente con 14 años empieza a trabajar en el cine. Curioso, pero todo llegó sin esperar y quizás debido al azar o un golpe de suerte. El caso es que le cambia la vida. “Un día estaba al lado de la casa de mi abuela, y vi que desde el balcón del Hotel Monopol cayeron unos papeles. Los recogí y las hojas eran de un guión de cine. Mientras bajaba una persona a recogerlas, empecé a leer. En esos papeles había una palabra que era botones. Tras darle las gracias a aquel hombre que había perdido los papeles, le pregunté que aquello que era. Me dijo que era una película y le solté que a mi me gustaría hacer de botones. Así empece como actor”, rememora.

El cine fue una salida para Salcedo para llevar algo de dinero a casa de su abuela. Luego tuvo el puesto de ‘avisador’ en algunos rodajes, siendo muy joven. Era una persona ordenada, trabajadora y que cumplía en los rodajes. “Yo quería hacer cine, porque era una forma de ganarme la vida”. Corría 1951, Salcedo tiene 14 años. En el año 1952 participa en La estrella de Sierra Morena con Lola Flores de avisador.

En la película El Andén dirigida por Eduardo Manzanos pasa a ser auxiliar de producción. Salcedo recuerda que Jesús Tordesillas que era el protagonista le pedía una copa de coñac y muy obediente Salcedo se la traía. Eso sí en el trayecto, como hacía frío, mojaba sus labios. Luego llegaba otro y le pedía un anís. El caso es que la única vez que se ha emborrachado Salcedo fue en ese rodaje, puesto que pilló una buena cogorza a base de probar todas las copas.

El afamado director Luis Lucia fue una de las personas de las que Salcedo guarda enormes recuerdos. “Vivíamos cerca y eso hizo que al final me llevara al rodaje de Morena Clara con Lola Flores en una moto que tenía. Eso me hacía ahorrarme tener que ir todos los días en el tranvía. Un día me dio 100 pesetas para que me comprara unos pantalones, puesto que yo iba siempre con pantalón corto y pasaba mucho frío entonces en Madrid” recuerda Salcedo.

En 1955 pasa a ser regidor en la película Curra Veleta con Paquita Rico. Salcedo tenía solo 18 años pero era un hombre tan entregado a su trabajo, que en el cine ya se hablaba de este joven. De esos años Salcedo recuerda el día que tuvo que buscar un buitre para una película. “Estuve haciendo gestiones y tenía que conseguir el buitre como fuese. Al final di con Félix Rodríguez de la Fuente y me lo proporcionó”.

Salcedo trabaja en Calabuch como ayudante de producción y todavía recuerda un hecho que pocos conocen. Esa película histórica protagonizada por Edmund Gwenn se rodó en Peñíscola en 1955. Dirigida por Luis García Berlanga, el jovencísimo Salcedo había encontrado un pueblo maravilloso, donde nunca llovía e iban a rodar sin problemas. “Nos vamos a Peñíscola y estuvo 21 días lloviendo. Para aprovechar esos días, Berlanga grabó algunos interiores en habitaciones de la ciudad, algo que teníamos previsto rodar en Madrid. El actor Gwenn era una persona fabulosa”.

En el año 1959 deja su trabajo como jefe de producción con 22 años porque lo llaman a hacer el servicio militar en Cádiz. Se tuvo que incorporar a filas a la Escuela de Aplicación y Tiro de Artillería. “Yo puse como empleo cinematografía y a los cinco días me llama el comandante Juan Naya Valera y me preguntó que quería decir cinematografía. Le expliqué que era mi profesión y mi sorpresa fue que era aficionado al cine. Me llamaba a menudo para que le contara historietas de los actores y actrices. Se mostraba fascinado. Me pusieron como encargado de la Biblioteca en el cuartel”.

Salcedo recuerda con especial cariño la experiencia de rodar con Catherine Hepburm. Trabajó en la película Las Troyanas que se rodaba en Atienza, un pueblo cerca de Guadalajara en 1970. “Vivíamos en Sigüenza pero rodábamos en Atienza que simulaba a Troya. Todos los días la recogíamos en el hotel y todos los días veía un autobús que recogía a un grupo de niños y se iban. Ella preguntó donde iban a aquellos niños y estaba claro que iban a Sigüenza al colegio. Al enterarse que no había colegio en Atienza, pagó de su bolsillo la compra de una gran casa para montar un colegio y no tuvieran que desplazarse desde el municipio”.

En 1963 conoce Almería en el rodaje El sabor de la venganza dirigida por Joaquín Luis Romero Marchent con Richard Harrison. “Estuve en las localizaciones para esa película que tuvo un gran éxito. Almería era muy pequeña, era un bonito pueblo al que le faltaba agua y venir a Almería por carretera era una odisea. Nos recibió Diego Fernández, el taxista, el padre de Diego y Juan, ya que era la persona que más conocía los parajes de toda la provincia. Desde ese momento rodé hasta 29 películas. En 1965 en Johnny West conozco a Pepe El Habichuela”.

José Salcedo vive en Almería, en un piso que se compró en 1984 en el Paseo Marítimo de la ciudad. Viaja de vez en cuando a Madrid y una vez al año a Asturias, tierra de su esposa Alicia López. Desde luego a sus 85 años tiene una memoria prodigiosa y es una enciclopedia del cine rodado en España. No descarta escribir sus memorias. Tiene una nieta que sigue sus pasos.

La cigüeña en ‘El hombre del paraguas blanco’

Una de las grandes anécdotas de José Salcedo tuvo lugar en el año 1957 en el rodaje de El hombre del Paraguas blanco dirigida por Joaquín Luis Romero Marchent. “Tuve que resolver una situación en mi carrera en esa película, donde era el regidor. Tenía que buscar una cigüeña para el rodaje de esa cinta. No me resultó nada fácil encontrarla. Me tuve que subir al tejado con aquella cigüeña y estar tres horas. Gracias al párroco de la iglesia salvé la vida, puesto que me obligó a atarme con una cuerda. Estuve varios minutos haciendo de péndulo porque me caí del tejado de la iglesia”. Recuerda que “recorrí media España y ofrecí 3.000 pesetas para quien me consiguiera una cigüeña. Cuando la encontré en Valencia de Alcántara me la llevé al rodaje. Teníamos un problema, ya que si la cigüeña la soltábamos y se iba corríamos el riesgo de que hubiera que repetir la escena y no contáramos con la ave. Tuvimos que ponerle un hilo de nylon de una pata”. Salcedo es una caja de anécdotas del cine en España.

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