Loquillo repasó treinta años de rock en Roquetas
El cantante ofreció un concierto de dos horas y media el pasado sábado en el Auditorio ante más de mil personas
El Teatro Auditorio de Roquetas vivió el sábado una noche autentica de rock. Sobre el escenario estaba Loquillo, que celebra sus 30 años cantando. Casi dos metros de artista y un público que prácticamente llenó el Auditorio, en una noche de celebraciones. Loquillo estuvo muy agradable con sus fans, e hizo un concierto de dos horas y media, donde realizó un importante repaso de sus grandes éxitos.
Abrió el concierto con En las calles de Madrid para luego ir mezclando canciones más antiguas con modernas. Cantó María y Pégate a mí de El Ritmo del Garaje, su primer trabajo junto a Los Trogloditas para continuar con El hijo de nadie de Arte y Ensayo. Con su pose rockera, Loquillo interpretó temas como Sol, Línea clara, Memoria de jóvenes airados y Cruzando el paraíso
Destacar de este concierto la calidad musical de la banda que acompaña a Loquillo. Luego llegaría Hombre de negro, Tatuados y Rompeolas. En esta fase del concierto, volvió a sus primeros años, ante el gozo del público. Canciones como Rock suave , Carne para Linda, Autopista, Todo el mundo ama a Isabel o La mataré e incluso se atrevió a hacer un par de versiones de Burning y Los Sirex como ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? y Maldigo mi destino.
El público que hacía tiempo que no veía a Loquillo por tierras almerienses cantando, quería que el concierto no acabara. Por eso este buen mozo, que un día jugó al baloncesto y que además escribe libros se decidió a rematar la nota con un bis. Salió de nuevo al escenario y cantó Ritmo del garaje, Rock & Roll Star y concluyó con Cadillac solitario.
En el concierto hubo público de todas las edades, aunque, obviamente, mayoritariamente eran espectadores de treinta y cuarenta años que han ido creciendo con la música de Loquillo.
Siendo la música la principal y más definidora faceta artística de José María Sanz, en sus tres decenios de actividad pública ha emprendido también otras actividades, entre ellas la de actor en películas como La ciudad de los prodigios, de Mario Camus, así como la literatura.
En este último capítulo, su balance son dos novelas publicadas El chico de la bomba en 2002, y otra que acaba de salir que se titula Barcelona Ciudad, donde la acción se sitúa a finales de los años 1970, precisamente la época en la que este barcelonés oriundo del barrio del Clot batía sus primeras batallas en la jungla del rock. Prepara nuevas cosas para 2011.
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