Cultura

Lorenzo Silva: “Me gustan los desiertos, me transmiten una sensación de paz”

  • El autor presenta a las 20 horas su libro ‘El mal de Corcira’ en el Patio de Luces de la Diputación Provincial, dentro del proyecto ‘Diario de los libros’

Lorenzo Silva regresa a Almería, ciudad que visita a menudo, para presentar su libro ‘El mal de Corcira’.

Lorenzo Silva regresa a Almería, ciudad que visita a menudo, para presentar su libro ‘El mal de Corcira’. / Aniol Resclosa

El escritor Lorenzo Silva participa esta noche a las 20 horas en Diario de los libros, en un acto organizado por Diario de Almería en el Patio de Luces de la Diputación de Almería. Silva presentará su libro El mal de Corcira, donde narra la investigación de una muerte. En este caso, el asesinato de un varón cuyo cadáver aparece en la isla de Formentera. Pero el fallecido no es cualquiera, es un exmiembro de la banda terrorista ETA.

-¿Cómo ha pasado este tiempo de encierro?

-Yo pasé mejor el encierro que la semilibertad. El encierro para muchos ha sido una gran contrariedad, pero la rutina de un escritor es vivir encerrado. Para mi es una forma de vida grata, no es penoso, la verdad. Estar en mi despacho, con mi biblioteca, escribiendo, para mi es un privilegio, es uno de los momentos más gratificantes de mi vida. He sido un privilegiado, no lo he llevado mal y he tenido mucho tiempo para estar con mi hija pequeña.

-¿Entonces la situación actual la ve mucho peor?

-Sí, esta situación es peor porque la incertidumbre es permanente, las medidas van y vienen, y en la que además no parece haber criterio y en la que ya desde el verano veo cosas que no deberían ser, y que deberían impedirse o poner coto, y sin embargo, no se hace. Yo he visto durante este verano comportamientos en mis conciudadanos y en los responsables políticos que me parecen profundamente incoherentes con la situación en la que estamos y eso me produce casi más angustia que el confinamiento.

-No tiene la impresión de que la situación en torno al coronavirus está ahora peor que antes.

-El problema es que llueve sobre mojado, que sobre todo la gente mayor, que tiene más riesgo, tiene un gran desgaste psicológico, y no ve la luz al final del túnel. Otra cosa, es que los muertos de la primera ola, siendo muchísimos, pueden tener la excusa de la ignorancia, del desconocimiento y de la sorpresa, pero los muertos de esta ola no tienen excusa.

-Ahora la preocupación es la profunda crisis que llega a todo el país.

-Eso ya es visible, y lo que llegará, porque habrá muchos negocios que cerrarán y la gente irá al paro. Yo he visto cosas muy insensatas en el mundo universitario. He visto una fiesta en una azotea con 30 chicos sin mascarilla, bebiendo. Eso no me lo han contado, lo he visto yo. La crisis económica que viene es muy preocupante.

-Ahora llega a Almería para presentar su libro El mal de Corcira. ¿Creo que le ha llevado bastante tiempo escribirlo?

-Para mi la historia de ETA y de la lucha contra el terrorismo es la gran historia de la España contemporánea. Ninguna otra historia proporciona esa diversidad y esa intensidad de argumentos. Es una gran historia y tienes que tomarla con mucho respeto. Había ciertas dificultades, como era poder acceder a los testimonios que a mi me interesaban y luego darle a una historia que tiene tanta densidad, cierta ligereza, que no frivolidad, que siempre requiere una narración.

-Habla que con esta obra salda una deuda y además avisa al lector que adquiere dos libros en uno.

-Sí, porque tiene una investigación policial clásica: un crimen, un cadáver, una indagación sobre las causas, los móviles, la mecánica del crimen y la autoría. Y por otra parte, como el crimen tiene una víctima que no es cualquiera, sino un antiguo miembro de ETA, pues eso remueve en Bevilacqua su propia experiencia en la lucha antiterrorista, y le lleva a un ejercicio de vocación que forma una novela dentro de la propia novela.

-Bevilacqua y Chamorro llevan ya más de diez volúmenes. ¿Los va a mantener en el futuro?

-Son diez novelas y dos libros de relatos, uno de los cuales está ambientado en Almería. Voy a seguir, porque tengo en la cabeza hasta tres novelas para ellos.

-Cuando era muy joven tenía pensado ser escritor o tenía otras miras.

-Cuando era adolescente estaba convencido de que era escritor y lo único que podía ser en la vida era ser escritor. Lo que no imaginaba es que mi vida se convirtiera en mi profesión. Nunca pensé que la literatura pudiera ser una profesión para mi en la sociedad en la que nací. Me di cuenta que vivir de la literatura en España era extremadamente difícil.

-Es una persona muy vinculada a Almería desde hace años.

-Este verano he estado en Almería. De Almería me gustan muchas cosas, porque además es una ciudad que ha sido siempre muy generosa conmigo en cuanto a lectores se refiere. Eso me hizo volver. En Almería está el mar, está la luz, está el decorado de Lawrence de Arabia, una película fundamental en mis preferencias y está ese paisaje, que incluso en sus partes más áridas, me ha transmitido siempre mucha paz. A mi me gustan los desiertos, me transmiten una sensación de limpieza y de paz.

-¿Qué recuerdos guarda de aquella película La flaqueza del Bolchevique llevada al cine por Manuel Martín Cuenca.

-Ha pasado tanto tiempo que uno tiene la experiencia para darle un lugar. Yo soy partícipe de esa película y también culpable de sus errores. Es una película imperfecta, que se hizo con medios muy limitados, pero supuso en muchos aspectos, una conjunción de las que se dan pocas veces en el cine. Hay momentos de esa película que rozan el estado de gracia, de una gran belleza.

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