Cultura

Lucrecia Parra une a su pasión como escritora la faceta como ilustradora

  • En febrero lanza el poemario ‘La orilla de la memoria’ que presenta el Ayuntamiento de Huércal Overa

Lucrecia Parra vive entre la enseñanza, la literatura y la ilustración.

Lucrecia Parra vive entre la enseñanza, la literatura y la ilustración.

Lucrecia Parra (Huércal Overa, 1969) publicará su último poemario La orilla de la memoria en febrero. La obra está incluida dentro de la colección Cabezo la Jara, proyecto literario del Ayuntamiento de Huércal Overa, fraguado recientemente . De hecho, será el tercer libro dentro de esta colección e irá editado de la mano de Editorial Arráez. Todo estaba preparado para que la obra viera la luz en marzo de 2020, pero con la llegada de la COVID-19 se aplazó su presentación.

“Este poemario recoge una poesía reciente y fresca. Es un canto al amor y al erotismo”, confiesa. “Con los años una va aprendiendo y en mi caso lo que quiero expresar son vivencias personales que tienen su arraigo en la Poesía de la experiencia. La poesía es siempre una forma de expresión, una amalgama de sentimientos en la que una vez más, la autora saca a la luz lo que lleva dentro. Escribir es desmenuzar la vida poco a poco, afirma. Es un proceso intenso que no da tregua al descanso mental. Es muy fácil escribir del amor, en cambio no sucede lo mismo acerca del desamor, tras la quiebra de sentimientos hay que reparar con hilos sutiles los desasosiego del corazón , apunta.

“Después del desamor es cuando viene una fase creativa más fluida y más contundente”, sostiene. “En este libro casi todos los poemas están dedicados a personas con nombre y apellidos. Todos los que aparecen en el libro son amigos y personas cercanas al mundo de la autora. El más especial de todos ellos, el primer poema de este nuevo libro va dedicado a su padre, escrito después de su muerte que tuvo lugar en 2019”, explica Parra.

Casi 20 años lleva Lucrecia Parra centrada en la literatura, que ha alternado con la enseñanza. “No he perdido ni un solo minuto de mi vida. A los proyectos que me llegan nunca les digo que no. Me involucro en muchos proyectos vinculados a la mujer, entre ellos está un mural de 8 metros que realicé en Mojácar, un tributo a la abuela mojaquera. Eso fue antes de la COVID-19”. Se han ido sumando pequeños proyectos en colaboración con el Ayuntamiento de Mojácar y otros organismos. En 2005 fue nombrada como mujer creativa dentro del mundo de la poesía a nivel de Andalucía.

La Literatura ha ido siempre unida a la personalidad de Lucrecia Parra. Ha sido algo intrínseco. “Un día estando en Huércal Overa sobre el año 2005, pregunté en una librería donde estaba la Editorial Arráez. Me hicieron un croquis donde me explicaban que estaba en las Alparatas en Mojácar, sede de la editorial. Allí me presenté y me recibió Juan Grima. Llevaba un maletín con mis dibujos y lo que había escrito”.

“En ese primer encuentro recuerdo que Grima me dijo que tenía mucho trabajo. Totalmente cierto. Al final, me recibió en su despacho y los dibujos le encantaron. Le dejé allí lo que había escrito y a los dos o tres días me dijo que iba a publicar La Frágil fortaleza, que fue mi primer poemario”, recuerda Lucrecia Parra.

Desde entonces y hasta la fecha, la autora no ha dejado de publicar. Llegaron luego, una serie de relatos y más tarde, salió la novela Muxacar. Ha seguido escribiendo relatos, poesía y novela de forma conjunta. Y la nueva faceta de Lucrecia Parra es de ilustradora. El año pasado ha realizado una serie de ilustraciones para los relatos de verano de Arráez editores, aparte ha ilustrado la cubierta de la última novela de Remedios Martínez Anaya. También ha ilustrado la obra La comedia del espíritu del albojense Carlos Conchillo y la de Carlos Camacho de Cuentos al contado, todo ello con sus respectivas ilustraciones interiores.

“Cuando escribo, me autoilustro y eso es fácil, pero leer e ilustrar la obra de otro escritor es diferente, tienes que meterte en la piel del autor, es como meterte en la cabeza de otra persona”, apunta Parra.

Lucrecia Parra nació en Huércal Overa pero siendo muy pequeña se marchó a Barcelona, ya que su padre que era funcionario fue trasladado a la Ciudad Condal. Tras tres años en tierras catalanas, volvieron a tierras almerienses y a su padre le dieron traslado a Albox. Allí, Lucrecia Parra hizo sus estudios en el Instituto Cardenal Cisneros hasta los 17 años, corrían los años 90, fecha en la que se marcha a Granada a estudiar Bellas Artes.

Su padre fue un gran apoyo desde el primer momento para Lucrecia Parra para que estudiara aquello que le gustaba. “A mi me encantaba dibujar desde siempre, ha sido mi gran pasión”. Tras acabar la carrera, Lucrecia Parra trabaja de restauradora en Granada y luego le empezaron a hacer encargos privados antes de que se trasladase al norte como profesora de Dibujo. “Yo quería ser profesora y solicite irme a Ávila, como buena amante del Arte Románico y me llamaron de Valladolid para trabajar, era el 13 de noviembre de 1995” recuerda la profesora y escritora huercalense.

“Después me fui a Aragón, y allí estuve siete años. Allí nació mi hija Nadia, y ávida por aprobar las oposiciones, con una hija pequeña, me presenté en Castilla-La Mancha y allí fue, en Ciudad Real donde obtuve una plaza como funcionaria. Estuve en Argamasilla de Alba, y viví en Tomelloso, una zona inolvidable. Adoro el vino porque hice la ruta de los vinos, desde Valladolid a Argamasilla de Alba, pasando por La comarca del Somontano. Estuve luego cinco años en comisión de servicio en el IES Cura Valera en Huércal Overa, desde donde tomé posesión por concurso de traslados en Vera para llegar a donde ahora resido y trabajo, en Mojácar, en el IES Rey Alabez”, concluye la autora.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios