La Macanita, Kiko Peña y Edu García inician el Festival de Flamenco de Almería

Tres nombres propios como tres formas diferentes de entender el cante flamenco. La Alcazaba recibió el martes la primera de las cuatro jornadas grandes del 55º Festival de Flamenco y Danza de Almería, con un cartel que reunía a la personalidad de la gran figura del cante representada en La Macanita, el valor emergente de la voz enérgica y en proceso de adquisición de ese poso más profundo con Kiko Peña y una concepción más dinámica y moderna del cante, con el almeriense Edu García y su grupo. Tres propuestas distintas que fueron muy bien recibidas por el público asistente a una velada que se prolongó a más de tres horas.

Arrancó la terna La Macanita, con guitarra de Manuel Valencia y palmas de Javi Peña, El Macano y Chicharito, con una tanda generosa de tientos y tangos, donde hubo referencia a cantaores como Manuel Agujetas, con aquello de que “quien tiene penas no duerme” o ese chasquido sobrio para marcar al compás que tanto recuerda a José Menese, precisamente el artista con quien la cantaora compartió cartel en su anterior visita al festival.

Con la voz más templada centró el tiro por soleás clásicas antes de afrontar esa bulería canción que le escribió Fernando Terremoto, llenada de poesía y lírica: “Hoy trae el sol la sonrisa perfumada de limón, la camisa de color melocotón”.

Tras la concesión melódica sonó jonda y añeja, con recuerdos a Remedios Amaya, la doble estrofa de malagueñas, para seguir por cabales con las seguiriyas donde brilló sobremanera la tercera falseta de Manuel Valencia. El cierre llegaría por bulerías de su Jerez, con alardes de gratitud desde las referencias a Fernanda, Morao o Parrilla, la romanceada ‘María de la O’, o una estrofa final dedicada a Almería.

Era imposible superar el aura estelar de La Macanita pero los jóvenes Kiko Peña y Edu García intentaron dar lo mejor de sí para estar a la altura en entrega. El de Écija, apadrinado en su día por Miguel Poveda, demostró ser un joven artista de brega, de arranque enérgico y lloro bonito, elementos indispensables para que el paso de los años los complete con el poso de la experiencia y el curtido que da el tiempo. Quiso mostrar conocimiento con un arranque por cantes de trilla y primitivos, para pasar después a unas alegrías dedicadas al cantante almeriense José Luis Jaén, para quien pidió mayor reconocimiento.

Con el también jovencísimo guitarrista Benito Bernal al toque y las palmas de los cordobeses hermanos Gamero, Peña siguió por seguiriyas donde brilló especialmente la de Agujetas, ‘Desde que te fuiste’. Se hizo extraña la elección para los dos últimos cantes, primero con unas bulerías por soleás, dedicadas a La Macanita, con fin de fiesta, de nuevo, por bulerías. Compases similares que deslució ligeramente la dinámica de su actuación pero que, en cualquier caso, no impide ver el enorme potencial de una voz todavía en construcción.

La terna se cerraría con el almeriense Edu García, un cantaor que se mueve bien tanto en el cante clásico como en el más accesible, pero que con su puesta en escena ya evidenciaba que actuaría con su propuesta más modernista y colorista, con doble percusión, bajo eléctrico, teclados y dos guitarras. Canciones rumbeadas, a veces con toque de tientos y tangos, como Abrázame, otras por alegrías, con el “tengo que volver a intentarlo de nuevo” o directamente festivas, como Te regalaré.

El doble momento álgido de su actuación llegó con la revisión de ‘La Salvaora’ de Manolo Caracol para, a continuación, y tras una sobria entrada por fandangos, la colaboración del estelar bailaor almeriense Eduardo Leal, que levantó al público con su habitual maestría y precisión, esta vez más canónica.

Tras más de tres horas de flamenco en distintas formas, el público se marchó satisfecho de la primera noche grande del festival de flamenco de Almería.