Está muy feliz de regresar a Almería con su nueva gira Mil batallas. Actúa esta noche a las 22 horas en el Recinto de Conciertos del Ferial.

-Ha habido un tiempo de cierto parón debido a una lesión y luego la pandemia.

-Yo cuando preparamos la gira anterior, Oxígeno, tuve una lesión en los ensayos generales y me rompí todos los ligamentos. Tuvimos que posponer el arranque, aunque con mucha rehabilitación llegué a comenzar la gira, pero el tobillo dijo que no podía seguir cuando llevábamos unos pocos conciertos. El parón para mi comenzó ahí. Me tuvieron que operar y cuando lo tenía casi todo preparado llegó la pandemia.

-Desde luego la pandemia ha hecho estragos.

-Yo a lo largo de mi vida artística nunca había parado ni tuve necesidad de parar. Este tipo de parón me ha dado un poco más de margen para convivir más con un poco esa que solo ves cuando llegas a casa. Al final, la vida me obligó a parar de una forma muy dramática, cancelando una gira, pero en realidad, fue algo que con el tiempo me he dado cuenta que necesitaba. Necesitaba parar, retomar y volver con las ganas que vuelvo ahora.

-Creo que te cuesta conciliar el sueño tras un concierto, tras dejarse toda la energía en el escenario.

-Eso me ha pasado siempre. El nivel de adrenalina que alcanzas en un escenario bajarlo después es muy difícil. Hace años me quedaba en la ciudad donde tocábamos, dormíamos y luego al día siguiente viajábamos. Ahora termino un concierto y viajamos inmediatamente, porque pienso que voy a estar horas sin dormir, así aprovechamos el tiempo.

-Empezaste muy joven a cantar y ya llevas una trayectoria importante. ¿Cómo ha sido la madurez artística de Malú?

-Ha habido una evolución natural en mi música, a la vez que en mí como mujer. Yo grabo con 15 años y se espera a que tenga 16 para que fuese legal. Veinticinco años después la evolución es natural como ser humano.

-En su caso, siempre ha habido personas que la consideran una mujer algo distante sin conocerla. ¿Qué piensa?

-Estamos expuestos a eso y hay una parte de idealización. Creo que muchas veces se valora a las personas por su apariencia física o por lo que a tí te pueda aparentar que es. Y en la mayoría de los casos esa idealización es errónea, porque ves a esa persona en un contexto. Hay una tendencia en este país, a que la mujer tiene que ser excesivamente simpática y tiene que ser una cosa encantadora absolutamente, porque si no pasas a ser borde. En este país si eres seria eres borde, y si encima eres mujer estás muerta, eres una súper venida arriba.

-Lanzar un disco siempre ha sido un objetivo de cualquier artista, pero creo que el cantante lo que más le gusta es la cercanía del público.

-Yo soy de directo. Para mí el escenario es todo. Con un disco creas un contenido para después poderlo contar. No puedo vivir sin estar encima de un escenario. Quizás puedo ser más rezagada a la hora de lanzar un disco, pero vivir sin el escenario, sin hacer un directo, no puedo. Eso es oxígeno para mis pulmones.

-En Almería la gente te quiere.

-Es apetecible ir a Almería, porque el recuerdo final que tienes de Almería es que quieres volver. Es gente que te permite hacer el show y encima te acompaña. Para mí es uno de los públicos más agradecidos que existen. Ofrecemos un show muy divertido y el más dinámico de toda mi carrera.

-Imagino que cantarás temas que siempre tienes que hacer.

-Cada concierto para mí es un recorrido. No me gusta centrarme en el último trabajo que hemos hecho, sino que ofrezco un amplio recorrido por canciones que han sido importantes para todos los que me siguen y para los que no me siguen pero que la escucharon en aquel momento.

-¿Lo mejor que le ha pasado en su vida ha sido ser madre?

-Cuando tienes un bebé la vida de repente es otra. Al final, mi vida siempre ha estado centrada en mi trabajo y cuando tienes un bebé, tú pasas a un sitio diferente, tu bebé es la absoluta prioridad de tu vida. Ella es lo primero, lo segundo y lo tercero y luego estás tu. Desde que tuve a mi niña, me di cuenta que se te quitan las tonterías de un plumazo.