Miss Caffeina levanta al público de sus asientos en un concierto histórico

Nada más sonar los primeros acordes de Detroit, tema que da nombre a su tercer trabajo, el entusiasmado público se levantó y no paró de bailar, cantar y aplaudir al ritmo de la música de uno de los referentes de la escena indie como es Miss Caffeina. El propio Alberto Jiménez, voz de la banda, confesó, en las postrimerías, que actuar en teatros tiene el reparo de la reacción del público, pero en Almería disfrutaron de una plena comunión con sus fans. "Ha sido una gozada", confesó.

Fue un concierto energético, en el que las guitarras se convirtieron en las protagonistas y donde se apreció la evolución del grupo hacia un sonido más electrónico gracias a unos sintetizadores envolventes. Un paseo por el pop y el rock, en el que de primeras se lanzaron a presentar las nuevas creaciones de su tercer disco, con cuatro de las once canciones del mismo, la citada Detroit, Desierto, Titanes y Turistas.

Ahí comenzaron un viaje en el tiempo por los temas más señalados de los dos primeros trabajos, Imposibilidad del Fenómeno y De Polvo y Flores. Los fans compartieron, entre otras, Capitán, Átomos dispersos, que fue banda sonora de la película Sólo química, Lisboa o MM. En esos momentos el repleto Auditorio Maestro Padilla ya estaba en su momento álgido, y dispuesto a reanudar el paseo por el tercer disco de la banda.

Miss Caffeina ofreció una excelente puesta en escena. La personalidad del cantante focaliza todas las miradas, tanto a su voz como al baile, en el que se deja llevar por el sonido de la música de sus cuatro compañeros de viaje. En Almería compartió más de hora y media de buena música y demostró la empatía que existe entre los jóvenes con la escena indie. Si ya antes triunfaron en Almería bandas como Izal, Sidonie o Vetusta Morla, Miss Caffeina se suma a la lista de grupos que han levantado al público con su ritmo pop-rock.

El viernes hubo momentos muy especiales, como el remanso de paz para escuchar, sentado al borde del escenario la balada N=1, hacer los coros en Gladiator, bailar el experimento El Rescate, "fruto de nuestra relación de amor y odio con el reguetón", o saltar con Lobos, el tema que con el que se despidieron antes de regresar con los bises.

Ya con Ácido, Oh Sana y Mira cómo vuelo se vivió el éxtasis final, móvil en mano, grabando una noche especial para compartir con los amigos.