Cultura

Morgan trasciende al tiempo en una noche de gigantes canciones y sonidos

  • El quinteto madrileño deleitó al publico, que abarrotó el sábado el Teatro Apolo para asistir a su fin de gira, ofreciendo un amplio repertorio

Hay ocasiones en las que el triunfo de determinados artistas o bandas, como es el caso de Morgan, reconcilia con el espíritu más primario y elemental del noble arte de hacer música. En apenas cuatro años y con dos discos publicados, North y Air, no han necesitado de grandes promociones y campañas para ser considerados, a día de hoy, como una de las propuestas de mayor calidad de la escena musical española. Y su secreto, sencillamente, es el boca a boca de quien los ve sobre un escenario.

El sábado lo volvieron a demostrar en las tablas de un Teatro Apolo que agotó todas sus localidades con más de tres semanas de antelación. Un concierto que se enmarca entre las últimas propuestas de la programación de otoño del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería y el ciclo de conciertos Cooltural Live, con el que el festival extiende sus sonidos a espacios cerrados durante el otoño, invierno y primavera.

La actuación del sábado tenía mucho de la emoción por el encuentro, puesto que era la segunda visita de Morgan a Almería tras pasar el pasado mes de agosto por el recinto ferial en el festival 100% Mujer, y también un importante componente agridulce por estar dentro del fin de gira de la banda, que a finales de enero realizará un retiro voluntario para ponerse a componer, sin plazos forzados, lo que será su tercer trabajo.

Y es normal que no quieran marcarse presiones sobre un calendario cuando lo realizado con anterioridad trasciende al tiempo con una calidad abrumadora. Dos discos donde el soul, el rock de los setenta, pinceladas de psicodelia y progresiones virtuosas, funk o góspel adornan en su cancionero con una elegancia y autenticidad fuera de lo común.

Con esa base, montaron su repertorio dividido en dos bloques, en primer lugar canciones de su debut, North, en la segunda parte, canciones de Air. Arrancaron sus casi dos horas de concierto con su vocalista Nina de Juan (voz y piano), Alejandro Ovejero ‘Ove’ (bajo y coros) y Paco López (guitarra y coros) a pie de patio de butacas para interpretar Honey, un tema que solían cantar en camerinos antes de saltar al escenario, como un momento de comunión y relajación. Así comenzó un viaje que se completa con David Schulthess (teclados y coros) y Ekain Elorza (batería).

Con el creciente medio tiempo Cold comenzaría el generoso repaso a North, un tema que presenta varios de los denominadores comunes de sus composiciones, que es la bella y precisa contención inicial para dejar que los temas crezcan y evolucionen a explosiones instrumentales que van acompañados del crescendo vocal.

Una buena puesta en situación que ganaría en presencia y distorsión en la más rockera Cheesecake y el rítmico acento sureño de Attempting, del todo irresistible, como el soul con aires funkys de Goodbye en otro fantástico ejercicio de dominio vocal de Nina. Otra de las claves, sin duda, que su voz, sobrada de recursos, nunca opta por el lucimiento innecesario, como se enseña en las academias de canto televisadas, sino que da lo que la canción precisa en cada momento.

La segunda parte del repaso a su ópera prima continuaría con Work, uno de los temas que parecen congelados en la atemporalidad de la trascendencia, como un ideal de belleza platónico. Llegó entonces la primera de las dos concesiones al castellano con Volver, interpretada solo a voz y piano por Nina, que ejerció también de preludio perfecto para la gospeliana Home.

El primer bloque concluiría con la abrumadora Thank You, donde, además del contagioso tempo bailable, contuvo dos momentos solistas espectaculares a cargo de David Schulthess en las teclas y de Paco López a la guitarra, en este caso primero con un solo de musculosa distorsión, después con otro solo de mucha mayor técnica.

En el punto de inflexión aparecería la versión de Unknown Legend, un country firmado por el inconfundible Neil Young, tema que ponían como introducción previa a sus conciertos de la gira Air. Espacial y pinkfloydiano sonido para la sublimada Planet Earth, que tuvo su contrapunto con las animosas palmadas del Blue Eyes, una carácter hedonista que se vio reforzado con la también bailable Flying Peacefully, un hermoso canto de libertad y confianza, antecesor de la estilosa Oh Oh.

Anticipando la despedida, volvería el segundo tema en castellano, Sargento de Hierro, que abre sin reparos la razonable duda de saber qué sería de la banda si todo su repertorio fuese en dicho idioma. Un tema crudo y desesperado, como The Child, con su épica de teclas y guitarra. Reclamando el derecho a bailar, “incluso para los que no sabemos bailar, pero lo intentamos”, Another Road (Getting Ready) levantó a más de un asistente de su asiento para terminar como empezaron, de nuevo a pie de escenario en el inicio de ‘Marry You’, venida a más en su coda, como un arrebato final poderoso e imparable, con la banda terminando con contagiosa energía.

El público salió muy satisfecho del concierto, alegres de haber comprobado como la banda Morgan ofrece un directo que fascina desde el principio al fin. Esta banda tiene en Almería una legión de seguidores que ya esperan su vuelta.

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