El Museo Casa Ibáñez adquiere una obra de Benlliure para su colección
Junto a 'Cabeza de niño' del escultor valenciano, también se han adquirido dos obras en hierro del artista Golucho y otra obra que es terracota modernista, pieza única, de Torcuat Tasso
Desde hoy podrá contemplarse en el museo de Olula del Río un conjunto de nuevas obras escultóricas, adquiridas recientemente por el Fundador Andrés García Ibáñez con destino a los fondos permanentes de la institución. Para la ocasión se ha remodelado, en parte, la instalación museográfica de toda la colección de esculturas, luciendo ahora en todo su esplendor.
Las obras que se incorporan al conjunto preexistente son cuatro en total. Una de ellas es una terracota modernista, pieza única, a tamaño natural, obra de principios del XX del catalán Torcuat Tasso Nadal que representa una escena de cortejo galante, ejecutada con notable maestría de modelado y virtuosismo decorativo, tan propio de la época. Otras dos son obras estrictamente contemporáneas, realizadas en hierro por Golucho (Madrid, 1949), artista fundamental dentro del realismo pictórico contemporáneo, su obra escultórica es, en cambio, escasamente conocida por la radical lejanía estilística que ofrece respecto de su pintura. Árbol de alambre y Manzano son los títulos de estas obras que ofrecen una síntesis admirable entre línea y volumen, ingenuidad y sofisticación.
Pero la obra estrella que se presenta ahora es un bronce de Benlliure, titulado Cabeza de niño y ejecutado en torno al año 1910. La firma del autor ostenta bien visible, grabada sobre la pieza. Se trata de un ejemplo significativo del magistral virtuosismo y el personal modo de modelar el barro de este autor. Un abocetamiento nervioso y pictoricista que funde volúmenes, al servicio de un derroche de expresión y fuerza, que luego se trasladan al bronce produciendo un deslumbrante naturalismo y vitalidad.
Mariano Benlliure y Gil ( Valencia, 1862 - Madrid, 1947 ) es el más importante escultor español de su época y una figura clave de toda la historia española en esta disciplina, ocupando, además, un puesto destacado de la escultura europea de su tiempo, adscrita a las corrientes naturalistas. Fue un niño precoz; con trece años participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con La cogida del picador. Compaginó en sus comienzos la escultura con la pintura, bajo la tutela del maestro Francisco Domingo Marqués. En 1879 viaja a Italia y queda deslumbrado por Miguel Ángel, decidiéndose a abandonar la pintura y dedicarse exclusivamente a la escultura.
En 1887 obtuvo la primera medalla de la Exposición Nacional por su monumento a Ribera. Su fama cundió rápidamente y realizó numerosos monumentos públicos a lo largo de su trayectoria, como los de Castelar, Gayarre, Velázquez, Fortuny, Joselito, María Cristina, etcétera. Fue un excelente retratista e imaginero.
Esta obra de Benlliure enriquece la colección del museo olulense que ahora puede contemplarse en su totalidad. Entre las obras más importantes está la escayola original del Lagartijo de Mateo Inurria (Córdoba, 1869 - Madrid, 1924) y una terracota de Venancio Vallmitjana (Barcelona,1826-1929), titulada Niña tumbada.
Dentro de la escultura contemporánea merece una especial mención la escuela cordobesa, con obras de Juan Polo Velasco ( Fernán Núñez, 1923), último discípulo vivo, precisamente, de Mariano Benlliure, y Noé Serrano (Córdoba, 1973).
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