"En 'Nina Vértigo' el amor siempre aparece relacionado con sentimientos negativos"

David Turpín y Franz Nurmi no pueden ocultar su satisfacción y su nerviosismo ante el estreno esta noche a las 22:00 horas en el Teatro Apolo del cortometraje Nina Vértigo.

- Han pasado siete meses desde el rodaje de Nina Vértigo. ¿Visto el resultado final es lo que esperaban?

- Hemos sido muy analíticos y detallistas durante la fase de postproducción. El resultado final es muy fiel a lo que siempre habíamos imaginado, y esa es la mayor gratificación que podemos tener tras meses de intenso trabajo.

- Este corto cuenta con un reparto de lujo. ¿Cómo se consigue reunir a tan buenos actores en un rodaje?

- Siempre tenemos en mente dos premisas básicas: cuidar el guión que entregamos a los actores y tratarlos de manera transparente, porque nos van a prestar su voz, sus manos, su cuerpo, una parte de sí mismos a la que hay que responder con honestidad. Eso nos permite crear un vínculo estrecho necesario para poder trabajar durante el rodaje.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con una experimentada y excepcional actriz como Paca Gabaldón?

- Ha sido un intercambio de sensaciones muy positivas. Paca se ha implicado al máximo, fue la primera en aceptar el proyecto tras leer el guión. Ha sido cercana y paciente, nos ha enseñado mucho y nosotros hemos intentado transmitirle la juventud, la ilusión del comienzo.

- También han contado con Lulú Palomares y Teresa Soria. Dos actrices con gran trayectoria.

- A Lulú Palomares la conocimos en la serie Doctor Mateo, en un papel cómico, pero no fue eso lo que nos llamó la atención. Por alguna razón vimos en ella un registro siniestro, muy propio del cine negro. Lulú interpreta a Brigitte, una mujer histriónica, fue el personaje que más nos costó diseñar, es complejo de interpretar, porque hay que estar al límite pero de una manera contenida, y Lulú, gracias a su talento camaleónico, ha conseguido hacer de Brigitte un personaje muy atractivo para el espectador. A Teresa la vimos actuar en un corto de un festival de cine de su ciudad, Elda. Es una actriz muy entrañable, diferente, tiene una manera de interpretar que enamora. A la hora de trabajar Teresa se deja la piel, es exigente, todo lo cuestiona, motiva al director a superarse y eso es algo que nunca le vamos a terminar de agradecer.

- Mar Campra, la actriz almeriense está de moda, ya que no para de trabajar. Hace un gran papel.

- Mar Campra interpreta a Cecilia. Cuando el personaje se creó, todavía no la conocíamos. El día que la vimos actuar en un teatro de Almería, nos sorprendió ver que físicamente era idéntica a la mujer del guión, y para colmo, hablaba francés como ella. Mar es una actriz muy constante y realmente trabajadora, muy permeable, autocrítica, eso le permite destruir las barreras para que el director pueda llegar a todos los rincones. Mar ha hecho de Cecilia un personaje oscuro, de los que se quedan grabados en la retina, y estamos seguros de que se va gustar y va a gustar, y de que queremos seguir contando con ella en futuros proyectos.

- Los actores también son muy importantes en esta cinta. ¿Cómo definirían su trabajo?

- Fernando Huesca interpreta a Carlo, un gurú de la manipulación y el control. Fernando es un actor muy atrayente, con una voz y un registro inconfundibles. Ha conseguido hacer de Carlo un personaje con una frialdad que estremece. Jaro Onsurbe da vida a Tobías, un personaje muy peculiar, de ironía elegante, inteligente, y en cierta manera, así vemos nosotros a Jaro, un actor veterano y formidable que nos hizo muy ameno el rodaje.

- ¿Cómo surge la idea de hacer este corto?

- En 2010, Franz Nurmi escribe el relato Nina Vértigo y consigue ganar el XII Certamen de Creación Joven Ciudad de Almería. Siempre hemos confiado en el potencial de la historia, pero a la vez, siempre ha sido un proyecto arriesgado, por las localizaciones, el amplio número de personajes y por necesitar una financiación que realmente nunca ha llegado, pero gracias a todas las personas que nos han arropado de manera altruista hemos conseguido concluir el que hasta ahora ha sido el corto más ambicioso.

- El guión está muy trabajado. Todo indica que hay mucho amor pero a la vez distancia, odio, etc.

- El guión se ha escrito a lo largo de un año. El amor se trata de una manera superficial, el corto no es sentimental, es rígido, duro, fatídico. El amor siempre aparece relacionado con sentimientos negativos, como la obsesión, la mentira o la manipulación, y cualquier elemento en rojo es susceptible de volverse negro.

- Los escenarios elegidos para el rodaje también marcan de alguna manera el corto. El cortijo Fischer, el Teatro Apolo, etc. ¿Tan importantes son las localizaciones en un corto?

- Todo lo que aparece en escena importa, influye en la opinión del espectador. La localización más compleja fue la casa en la que viven el matrimonio formado por Paca Y Fernando. Necesitábamos una casa atípica, que reflejase poder adquisitivo, cierta distinción. Estuvimos alrededor de 9 meses visitando casas palaciegas y mansiones de la provincia de Almería, y finalmente, la elegida fue el espectacular Cortijo Fischer. La casa estaba vacía, y el ambiente era manipulable, por lo que pudimos decorarla para crear el efecto que buscábamos, una idea que la directora artística, Sheila Solís, supo captar a la perfección.

- ¿Qué esperáis de este corto Nina Vértigo?

- Esperamos esperar, porque una vez finalizado el trabajo sólo queda eso. Tras el estreno comenzaremos la distribución. Confiamos en nuestro corto, y esperamos que consiga despertar sensaciones en los espectadores, sean las que sean, porque es un producto para entretener.

- Imagino que ya pensareis en el siguiente corto?

- Hay dos historias en mente, similares a Nina Vértigo porque podrían englobarse en el género del suspense, un terreno en el que nos hemos sentido cómodos y nos gustaría seguir avanzando. Aún es pronto para decantarse por alguna de las dos, todo dependerá del desarrollo de los guiones, así que de momento, tenemos la intención de seguir tiñendo de negro todo lo que rodemos.